Cuando los visitantes llegan a AgroActiva encuentran una verdadera ciudad erigida en medio del campo. Sin embargo, pocos conocen el tiempo de trabajo empleado y las complejas obras que lleva adelante un equipo de profesionales, liderados por la arquitecta Rosana Nardi (directora general de la muestra).
Los trabajos en el predio, ubicado en el kilómetro 386 de la ruta nacional Nº 9, comienzan a partir de febrero, una vez cosechada la soja y el maíz, y tienen que ver con la colocación de los carteles de publicidad en la feria con el objetivo de aprovechar la gran vidriera que representan los 2 mil metros de frente que posee el campo. Luego desde marzo se pone en marcha la obra de electricidad que es muy compleja porque se entierran alrededor de 5 kilómetros de cable y se debe llegar a cada rincón de la estática.
“En estos momentos se está desarrollando una obra de ingeniería hídrica, junto a la Municipalidad de Cañada de Gómez, que nos está ayudando mucho en el tema de las pendientes de las calles para permitir que estemos preparados ante una eventual contingencia climática”, explicó Rosana Nardi. Las calles se están abovedando y desde hace unos días también se están compactando. Además del abovedado el campo tiene una pendiente natural que hace que el sector de estática quede ubicado en su totalidad sobre una loma. Entonces, “ante la posibilidad de una lluvia ‘normal’ durante el armado estaremos prevenidos para que no haya mayores inconvenientes”.
Este año AgroActiva se ha asesorado con especialistas y se tomó la determinación de no sembrar con raigrás la estática para permitir un secado más rápido del suelo frente a una lluvia. En este marco la arquitecta aclaró que “la cobertura que aporta la pastura, que es muy vistosa y seguirá estando en el estacionamiento y la periferia de la muestra, es contraproducente al formar una capa aislante y hacer permanecer la humedad en la tierra. El espacio que ocuparán los más de 800 expositores estará con rastrojo de soja, cortado y emprolijado”.

