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Uccelli: perspectivas 2009 del sector porcino

Las inversiones realizadas en la segunda mitad de 2008 tendrán su correlato este año, y la expectativa es crecer, como en los mejores años, el 20%.

Las inversiones realizadas en la segunda mitad de 2008 tendrán su correlato este año, y la expectativa es crecer, como en los mejores años, el 20%.
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Por Infocampo

Cuando uno analiza 2008 lo toma como un breve descanso en el crecimiento que viene demostrando el sector porcino nacional, relacionado directamente con circunstancias ajenas al propio sector y que marcaron fuertemente a toda la agroindustria nacional. Sin embargo se rescata, y muy remarcado, la apertura del mercado internacional para la carne porcina con hueso, situación que, por razones sanitarias, estuvo vedada por 25 largos años.

Cuando uno proyecta 2009 no puede abstraerse de la crisis financiera mundial y que afectará al mercado local, pero para el sector, como en ocasiones similares anteriores, puede volver a ser una oportunidad. Las inversiones realizadas en la segunda mitad de 2008, resultado en su mayoría de las compensaciones cobradas, tendrán su correlato en 2009 y uno vuelve a ilusionarse con el crecimiento demostrado por 5 años del 20% anual, que significan 60.000 toneladas, de las cuales un 10% podría destinarse al mercado internacional y el resto a la demanda de carne fresca local.

En el contexto mundial, y más allá de la crisis en sí misma, la gente debe de seguir comiendo y la carne más consumida seguirá siendo la de cerdo. Podrá bajar el precio pagado, como sucedió los últimos meses del año. Y en esto tendrán ventaja los que produzcan a menor costo. La Argentina tiene uno de los más bajos, no por la eficiencia, sino por el costo de los insumos alimentarios.

Pasar de las 600 toneladas de 2008 a las 6.000 de 2009 no es una utopía, y el crecimiento sería nuevamente exponencial. En el mercado local, la demanda sigue firme, más allá de la exagerada remarcación que realizan los eslabones de comercialización final. No sería alocado subir de los 5 kg actuales de carne fresca a 6,5 kg o más, sabiendo que el consumo a través de chacinados se mantendrá en los 3 kg o disminuirá por el poder adquisitivo.

Para lograr esto, la carne de cerdo debe ser más barata que la carne vacuna, situación que a salida de fábrica se da y luego se distorsiona por la comercialización. También puede darse que el precio de la carne vacuna tome valores mas lógicos, situación que el cerdo no acompañará directamente, marcando más la diferencia de precios.

En cuanto a producción se espera para 2009 que el crecimiento no esté dado solamente por el aumento de establecimientos medianos y grandes, sino también por el aumento de la eficiencia en los criaderos pequeños y familiares. En este sentido hay una comprensión de muchos gobiernos provinciales del norte argentino que entendieron que con muy poco se puede pasar de producir 8 capones por madre y año a 16 capones por madre y por año, un 100% de aumento.

Esto permitirá tener una rentabilidad positiva a los productores de menos de 50 hectáreas, dándoles mayor valor agregado a través de la carne de cerdo y posibilitando que la generación de los hijos tenga un lugar en la explotación familiar. Chaco, Salta y Tucumán ya están trabajando, y los resultados se podrán ver en el mismo 2009.

Por último, quizás el desafío más grande para 2009 sea la profundización de la integración del sector, vertical y horizontalmente. Ya hubo exitosos ejemplos de productores que sumaron esfuerzos en la compra y la venta y otros que avanzaron en la cadena abriendo una carnicería. A todos les fue bien porque se dieron cuenta de que ya no somos productores de cerdos, sino productores de carne porcina.

Por Juan Luis Uccelli. Presidente de la Asociación Argentina Productores de Porcinos (AAPP)   

(Artículo publicado en la edición de hoy de El Federal)

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