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Lo bueno y lo malo del año

Mario Llambías, presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) destacó, en diálogo con Infocampo TV, la importancia que tuvo el conjunto agropecuario en el escenario económico nacional de 2004, y desarrolló también aquellos aspectos que aún restan por resolverse a fines de reafirmar el peso del sector.

Mario Llambías, presidente de la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (CARBAP) destacó, en diálogo con Infocampo TV, la importancia que tuvo el conjunto agropecuario en el escenario económico nacional de 2004, y desarrolló también aquellos aspectos que aún restan por resolverse a fines de reafirmar el peso del sector.
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Por Infocampo

“Yo creo que lo importante ha sido la presencia del agro en la economía nacional”, manifestó Mario Llambías, presidente de CARBAP, en el marco del balance acerca de lo bueno y lo malo que desplegó el sector agropecuario durante el año 2004. “Creo que el agro ha demostrado una vez más, ahora con números -y creo que eso lo hace indiscutible- su aporte, no solamente a las exportaciones sino también a la ocupación de mano de obra”. Destacó que, en ese sentido, se afirma que un 38% de la población activa del país estaría inserta dentro del sector agroalimentario.

Asimismo, Llambías enfatizó la incidencia del sector y su aporte con respecto a la solución de los problemas sociales del país. “Yo diría que en el año 2002, y principios del 2003, todo lo que el campo pagó de retenciones fue destinado a solucionar los problemas sociales y, a partir de ahí, gran parte de las retenciones agropecuarias fueron para ayudar a pagar la deuda externa”. Así, expuso que el 2004 arrancó con grandes expectativas, y destacó que cuando los expertos del negocio, conocedores de los vaivenes del mercado, escucharon hablar de una sojización en el país, que era peligrosa, sostuvieron que el productor debía aprovechar los buenos precios. “Yo creo que hay que tomar las oportunidades cuando vienen”, opinó Llambías, “desde ya no hacer locuras, pero me parece que en eso el productor es muy permeable a tomar los precios del momento”.

Llambías explicó que, dentro del sector, todos sabían que cuando EE.UU. levantara la cosecha, los precios caerían. “Lamentablemente esto ocurrió”, observó, “tenemos unos precios que van cercanos a lo histórico y hoy nos basamos en la tecnología para tener una buena rentabilidad en el sector agropecuario”. En este sentido, recalcó que el aporte de tecnología permitió “levantar los rendimientos del país” y consideró que fue sin dudas el elemento que contribuyó a que el sector se convirtiera en “dinamizador de la economía nacional”. Llambías manifestó que por ejemplo, en la ciudad de Rosario, Santa Fé, disminuyó en 6 puntos la desocupación por la influencia de la soja. “Creo que en hechos positivos es que hay algunos políticos que empiezan a darle al campo la importancia que tiene en la economía nacional”.

Con respecto al tema de las regalías, consideró que hubo avances “en el sentido de que son cosas distintas la producción de granos a la producción de semillas. Se avanzó en el sentido que los productores tenemos que pagar una regalía por aquella semilla que nos impone el mercado de alta producción”. Agregó que otro progreso consiste en pensar que hay un grupo de semillas que no deben pagar regalías, que son aquellas que “históricamente han estado” o que, pasado cierto lapso -aproximadamente seis años- ya tienen que pasar a la bolsa general. Para Llambías, el término perentorio sería de 6 años ya que, de esta manera, se estaría incentivando la investigación de mejores variedades, que tendrían a futuro mejores precios favorables. “Creo que en esto se ha avanzado y solamente hay una empresa que anda con problemas pero creo que se va a adaptar a la ley”. Informó que “nosotros nos regimos por la ley en semillas y cumplimos la ley”. Asimismo, comunicó que CARBAP se opone totalmente a la pretensión de la empresa Monsanto de cobrar una regalía a la exportación de granos por el gen RR. “Que arreglen con los semilleros que usan su RR, nosotros vamos a pagar las regalías por la semilla”, agregó.

En cuanto a la cuestión de la pizarra de granos, expuso que es un tema realmente viejo, que resurgió a fines del año pasado. “Ha habido diferencias muy importantes en el girasol porque la información que llega es de operaciones que a veces ocultan cosas, como por ejemplo el flete”. Afirmó que, en ese sentido, es posible mejorar el tema de la comercialización. Para esto, consideró que tendrá que ver la decisión del productor pero también la colaboración de las autoridades y las empresas.

Por otra parte, sostuvo que las retenciones para las exportaciones “no pueden existir más”, deben ser removidas ya que los primeros que sufren son los productores de las zonas más marginales y también los productores chicos. “Vamos a volver a crear un inconveniente muy serio para el país, un atraso y una diferencia muy grande entre los centros urbanos y los del interior, y realmente habría que haber buscado la forma de que el gobierno recaudase, pero que las retenciones se dejen de lado porque hoy, son realmente retrogadas”, concluyó.

Verónica Scornik

infocampo@infobae.com

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