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La alegría no es brasileña

La actual campaña fue "decepcionante".El sector agropecuario brasileño, golpeado por el fuerte incremento en los costos de los insumos, la roya de la soja y la sequía, está perdiendo, además, una importante batalla política.

La actual campaña fue "decepcionante".El sector agropecuario brasileño, golpeado por el fuerte incremento en los costos de los insumos, la roya de la soja y la sequía, está perdiendo, además, una importante batalla política.
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Por Infocampo

El sector agropecuario brasileño, golpeado por el fuerte incremento en los costos de los insumos, la roya de la soja y la sequía, está perdiendo, además, una importante batalla política.

La performance sectorial fue calificada como “decepcionante” por las autoridades económicas de ese país, que aguardaban con ansiedad una pronosticada “supercosecha”, que contribuiría a bajar los precios internos y lograr el objetivo gubernamental de mantener la inflación de este año en 5,1%.

Pero el alza de los precios internos de algunos commodities que se produjo en marzo, provocada por la sequía que golpea a algunas regiones productoras, determinó una reacción en el equipo económico, que dejó de sostener la tasa de cambio del real.

Así, la moneda doméstica se vio fortalecida y disminuyó la competitividad en los mercados externos. Se espera que eso se traduzca en una sobreoferta interna y menores precios.

“Los alimentos representan sólo el 22% en la fórmula del indice de precios al consumidor”, señaló recientemente el consultor Glauco Carvalho, de MB Associados.

“Ese porcentaje es menor al de los rubros transporte y educación”, agregó.

“La inflación de marzo fue provocada por un ajuste en las tarifas de transporte urbano, pero le echaron la culpa a los alimentos”.

Desde septiembre del año pasado, las tasas de interés brasileñas se elevaron en siete ocasiones, y es probable que en estos días se efectúe un nuevo ajuste. Eso generaría un problema adicional al sector agropecuario. Según el Consejo Superior de Agricultura y Ganadería de Brasil (Rural Brasil), la campaña agrícola 2005/06 requerirá una inversión total de u$s 31.000 M. El cálculo no considera el incremento en el área sembrada, que se mantendrá en torno de los 48,5 M de hectáreas. Solamente para la soja se estima una inversión de u$s 10.000 M, considerando que esa oleaginosa ocupará 22,8 M de hectáreas y que el costo estimado de producción alcanzaría los 441 u$s/t. Distintas entidades del sector ya están negociando con el gobierno dos cuestiones: la ampliación de la oferta de créditos agropecuarios subsidiados y el incremento del monto máximo de créditos a recibir por cada empresario, que actualmente es de u$s 272.000 en el caso de los productores cerealeros y oleaginosos.

Sebastián Masana | Especial para Infocampo

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