Publicidad Cerrar X

¿Es una amenaza la depresión brasileña?

Las fábricas nacionales casi duplicaron sus ventas internas en 2005. No obstante, preocupa a los empresarios la posibilidad de que Brasil exporte lo que no pudo vender en su mercado.

Las fábricas nacionales casi duplicaron sus ventas internas en 2005. No obstante, preocupa a los empresarios la posibilidad de que Brasil exporte lo que no pudo vender en su mercado.
infocampo
Por Infocampo

Hay dos cuestiones que hoy se dirimen en el mercado de maquinarias. Por un lado, el temor por el derrame de máquinas que no se han podido vender en un deprimido mercado brasileño y que pueden llegar a buscar horizonte en la Argentina. Por el otro, el parate que se produjo en la venta de unidades usadas.

La participación de los fabricantes nacionales en el mercado argentino aumentó en un año de poco más del 10% al 20% en las ventas totales. A pesar de esta duplicación la debacle del mercado interno brasileño preocupa a las empresas locales.

Una versión no oficial establece que en el primer semestre de 2005 se vendieron más cosechadoras en la Argentina que en Brasil. Si se tiene en cuenta que Brasil tiene habitualmente un mercado de unas 5.000 a 7.000 cosechadoras por año y la Argentina un promedio de 1.800, la situación es complicada.

“Brasil está teniendo uno de los peores años y esto puede generar que quieran colocar sus stocks internos en otros países”, explicó a Infocampo el presidente de CAFMA, Jorge Médica. Y agregó: “Si las empresas lanzan una política agresiva de exportaciones, nuestro mercado puede verse afectado, pero por ahora no tenemos pruebas de una invasión consumada”.

Médica dijo que si se comprueba que las multinacionales brasileñas venden en la Argentina por debajo de su costo “habrá que tomar las medidas necesarias”.

Para José Luis Dibidino, gerente comercial de Vassalli Fabril, no quedan dudas: “La depresión del mercado interno brasileño va a afectar al mercado nacional”, porque “si bien ellos han bajado la producción fuertemente habrá un impacto en los precios”.

Dibidino alude también a los perjuicios que padecen los fabricantes locales. “En la Argentina tenemos una desventaja respecto de las compañías que son competencia en Brasil y tienen allí sus propias fuentes de financiamiento o mecanismos para la exportación”.

“El mercado de Brasil se derrumbó”, explicó Ricardo Turati, gerente de Agco Allis. Aunque reconoció que en el primer semestre algunas empresas volcaron sus ventas hacia la Argentina, dice que hoy está “más nivelado”. En lo que respecta a Agco, indicó que la fábrica que tienen en Puerto Alegre exporta el 60% de los tractores que fabrica, por lo que “las fluctuaciones del mercado interno brasileño no afecta tanto”.

Usados: faltan créditos

En la Argentina el mercado de maquinarias usadas tiene gran importancia dado que más del 90% de las operaciones son a partir de la entrega de una unidad usada. “El problema hoy es que no existen líneas de financiamiento para estas máquinas, por lo que al que tiene que empezar de cero se le complica la operación”, argumentó José Luis Dibidino.

Esta situación puede redundar en una merma en la compra de maquinarias que no sean cero kilómetro. Así lo piensa Gabriel Astegiano, del departamento Comercial de Apache, para quien “el mercado no está tan fluido en comparación con años anteriores”. “A veces el usado queda muy viejo, pierde mucho valor y se hace difícil su reventa”, señaló Juan Carlos Silvi, presidente de Industrias Erca.

La situación es diferente para otras empresas que vienen trabajando bien con algunas líneas de productos usados. “Hoy algunos clientes consumen sólo tractores usados y una posición compradora de los clientes hace que este mercado se mueva más”, indicó Daniel Corvalán, gerente de Territorio de Massey Ferguson.

Juan Ignacio Martínez Dodda jdodda@infocampo.com.ar

Seguí leyendo:

Temas relacionados: