El productor triguero está sufriendo la falta de previsibilidad en tasas de impuestos a la exportación, el cierre del Registro de Exportaciones y la gran demora en el cobro desde la Oncca de las compensaciones por las ventas a los molinos.
Así lo afirmó Santiago Cameron, presidente de la Asociación Argentina de Productores de Trigo (Aaprotrigo), en un artículo publicado hoy en la revista El Federal.
“A esto se le agrega la tremenda destrucción de valor que se ha hecho al trigo argentino al restringirse el periodo de embarque que se otorga al exportador a sólo 90 días desde el otorgamiento del permiso de embarque”, añadió Cameron.
El pasado martes 4 de diciembre el gobierno nacional extendió el cierre del registro de exportaciones de trigo por un plazo de quince días hábiles a partir del 5 de diciembre.
Dicho registro había sido abierto el 13 de noviembre pasado. Pero el gobierno decidió cerrarlo nuevamente el 28 de noviembre debido a que la exportación declaró a la fecha ventas del cereal 2007/08 por un total de 7,02 millones de toneladas (un volumen que estaría muy cerca del saldo exportable efectivo, luego de que las heladas liquidaran al menos 1,20 M/t de trigo 200708).
Al respecto, Cameron indicó que “pareciera que las autoridades no comprenden las realidades del comercio internacional de granos”.
“Las consecuencias del mecanismo vigente son que ahora la Argentina tiene que embarcar más de 7 millones de toneladas de trigo antes de fin de febrero, resultando en una depresión del precio FOB del trigo argentino a un récord de USD80 por debajo del trigo duro americano”, agregó.
“Esto se va a manifestar en el otoño que viene cuando se tomen las decisiones de qué cultivos sembrar para la próximo campaña”, concluyó Cameron.
