Los precios de los contratos futuros de commodities agrícolas en el mercado de Chicago cayeron hoy de manera significativa para registrar los valores más bajos desde diciembre del año pasado.
El contrato de soja marzo 2009 CBOT terminó hoy 311,7 u$s/tonelada con una baja de 9,5 u$s/tonelada, el nivel más bajo desde el 10 de diciembre pasado, cuando la posición finalizó en 306,7 u$s/tonelada.
Pero no sólo se derrumbaron los granos: también hubo ventas masivas de contratos futuros de todas las demás materias primas, mientras que los principales índices globales de acciones se desplomaron.
‘La economía (de EE.UU.) será un desastre en 2009 y puede ser que hasta por más tiempo’, dijo el inversor multimillonario Warren Buffett en su carta anual a los accionistas de su firma Berkshire Hathaway Inc.
‘Aunque el camino no ha sido fácil, nuestro sistema económico ha funcionado extraordinariamente bien con el paso del tiempo. Ha desencadenado potencial humano como ningún otro sistema y seguirá haciéndolo’, se esperanzó Buffett, quién es asesor informal del presidente Barack Obama.
De todas maneras, el inversor global advirtió que los gigantescos rescates que está gestionando el gobierno federal estadounidenses (para evitar que grandes compañías y entidades financieras colapsen) pueden terminar generando ‘efectos posteriores indeseables’, en referencia a la inflación.
‘Sectores importantes se han vuelto dependientes de la ayuda federal y les seguirán ciudades y estados que harán peticiones exorbitantes’, dijo Buffet, según indicó un cable de la agencia Bloomberg.
En otras palabras: los huecos dejados por la fiesta financiera de las hipotecas basura es tan inmenso que si el gobierno estadounidenses (o más bien la Reserva Federal) emitiese todo el dinero necesario para tapar esos agujeros, la sobreoferta de dólares serían tan desproporcionada que la moneda estadounidense colapsaría y con ella las bases de todo el sistema monetario mundial.
Pero, por otra parte, si el gobierno estadounidense dejase que el mercado depure por sí mismo, habría quiebras masivas de entidades bancarias y de empresas, niveles de desempleo alarmantes y un escenario de caos social.
Por ende, la cuestión que se está decidiendo en estos días en EE.UU. cuando se habla de ‘paquetes de rescate’ o de ‘nacionalizaciones’, es evaluar a quién se salva y a quién no.
En el mientras tanto, hasta que esto no termine de resolverse en uno o dos años (esperemos), los mercados seguirán andando a los tumbos y moviéndose entre el pánico y la búsqueda de oportunidades.
