La presidenta Cristina Fernández de Kirchner expresó ayer que “ningún sector puede imponerse sobre el otro con amenazas y extorsión” y remarcó que “tenemos derecho a ser libres, no sólo para votar, sino para transitar libremente las calles y las rutas”.
“Hemos sufrido con enfrentamientos, falsas antinomias, es necesario tener la fortaleza de saber que las ideas no se imponen con gritos y amenazas, la voluntad del pueblo se expresa en las urnas”, sostuvo.
La Presidenta habló ayer en la ciudad de Santiago del Estero, al participar del acto de asunción del gobernador radical reelecto Gerardo Zamora.
En ese sentido, Cristina recordó que el triunfo de Zamora en noviembre pasado “apenas mereció una mención” en un diario de gran tirada. “La realidad no es la que se lee en un diario, la realidad es Santiago del Estero”, dijo.
“Hay una Argentina que trabaja y construye todos los días”, sostuvo y recordó cuando “se remataban campos con la convertibilidad, esa Argentina que llegó a tener el 25 por ciento de desocupados”.
Refiriéndose a los paros agrarios, dijo que “muchas veces critican no por los errores, sino tal vez por los aciertos”.
En vísperas de un nuevo aniversario del golpe del 24 de marzo de 1976, la Presidenta dijo que ese proceso “instaló la desindustrialización” y también mencionó el desmantelamiento de la industria en los años 90.
“Quiero convocar a todos los argentinos a profundizar este trabajo de industrialización iniciado en 2003”, destacó.
“Cuando levantamos este proyecto de trabajo e industria, estamos diciendo que necesitamos generar trabajo, que es generar riqueza para todos los argentinos”, enfatizó.
En ese marco, destacó la “decisión inédita de coparticipar los derechos de exportación de la soja, porque la redistribución no es retórica”.
“Hay que seguir profundizando lo federal, lo popular, lo nacional, tengo el orgullo de encabezar un gobierno que jamás firmó un decreto de necesidad y urgencia para cercenar un derecho”, afirmó.
“Los procesos de ajuste sirvieron para que algunos sectores minoritarios se enriquecieran a costa de la miseria del pueblo”, agregó.
Más adelante, sostuvo que “podrán castigarme muchas veces, injuriarme, pero yo una y otra vez tenderé la mano porque esa es mi obligación”, indicó.
