El repunte de los precios en el sector ganadero está generando optimismo entre los productores argentinos. La hacienda liviana comenzó su proceso ascendente en diciembre y alcanzó su pico máximo en febrero, cuando se llegó a pagar cerca de 2 u$s el kilo de ternero en pie.
Igual proceso se observa en el caso de la hacienda pesada, donde el valor del novillo subió, desde noviembre, un 50%. La reposición del stock ganadero, tras la liquidación de vientres de estos últimos años, está siendo el centro de preocupación para los productores.
La hacienda uruguaya, entonces, aparece como una solución rentable para repoblar los campos argentinos. Con sólo cruzar el charco, los productores locales pueden comprar terneros de hasta 200 kilos por 1,55 u$s/kilo vivo; o terneras de hasta 180 kilos a 1,32 u$s/kilo vivo.
Los frigoríficos locales, por otra parte, están interesados con la hacienda pesada, cuya compra en el país oriental permitiría atenuar el faltante de carne local.
Francisco Canepa, consignatario uruguayo, aseguró en diálogo con Infocampo que ‘ya hay ganaderos argentinos revisando hacienda en el Uruguay’.
El comercio de ganado entre ambos países, consideró el empresario, está sujeto a que se mantenga la diferencia de ‘precios’ actuales de la hacienda. También es fundamental que ‘se respeten las medidas sanitarias’.
Para el empresario radicado en Salto, departamento uruguayo ubicado a 32 km de la ciudad entrerriana de Concordia, los valores de los animales para campo en la Argentina ‘tienen un sobreprecio muy interesante con respecto a los números que se manejan en Uruguay’.
El volumen de venta estimado, sin embargo, no sería ‘demasiado grande’, ya que el stock del país vecino no supera las 11 millones de cabezas.
Por esto mismo, evaluó Canepa, ‘no caerían los precios ganaderos en la Argentina por la importación de hacienda uruguaya ni se produciría allí una liquidación de stock frente a la compra de los argentinos’.
Desde el Senasa, señalaron que no hay convenio bilateral entre ambos países ya que todavía no se acordó el “Certificado Sanitario”. Cuando exista este requisito, indicaron, podrá haber movimiento de hacienda en pie.
Otras dos casas consignatarias, o escritorios, como se les llama en Uruguay, sin embargo, pusieron en duda tal intercambio comercial.
Entre otras cosas, señaló un consignatario de Montevideo, que prefirió mantener su nombre en reserva, porque ‘los cobros a los productores argentinos suelen complicarse, tanto por reticencia del comprador al pago como por las cambiantes condiciones políticas y económicas’ locales.
Hacienda for export. El titular del escritorio Rubén F. Canepa señaló que su país tiene un status sanitario ‘formidable’ y una calidad ‘similar’ a las carnes de otros países de la región, pero presenta los precios más bajos. Los valores de la hacienda en Brasil y Paraguay son cerca de un 30% superiores.
Esta situación hace que el mercado ganadero uruguayo no sea sólo tentador para Argentina sino que ‘también se están exportandon animales a la zona del Oriente Medio’.
En simultáneo, los productores uruguayos les hacen frente, con estos envíos a distintas partes del mundo, a los cinco frigoríficos locales, quienes en conjunto tienen en sus manos hasta el 80 por ciento de la carne exportable. ‘Si la Argentina nos compra ganado, podríamos pujar para un aumento de precios de nuestra hacienda en el ámbito local’, dijo Canepa. En el caso de que baje su stock, Uruguay ya está pensando en desalentar las compras “sólo con un aumento de precios”.
Nota publicada en la Edición de hoy del Semanario Infocampo

