Fueron 30 minutos los necesarios para sacarle 5 kilos de encima a un carnero. Ese fue el tiempo que le tomó al esquilador pelar al ejemplar de la raza corriedale. El espectáculo que comenzó a las 11.30 fue sumando público en el pabellón ocre de La Rural. Esta escena bastó para que el sector ovino, muy marginado por otro tipo de producciones agropecuarias, se hiciera oír, en el marco de la 124° Exposición de Ganadería, Agricultura e Industria.
Carlos Vila Moret señaló la importancia de generar medidas de incentivo para el sector ovino, una actividad que fue cediendo terreno para concentrar su producción casi exclusivamente en la Patagonia. Según Vila Moret, es muy importante preservar la mano de obra que genera este sector, porque es prácticamente la única producción agropecuaria que se realiza en la Patagonia.
Además, detrás de esta producción se generan otras industrias, ya que el ciclo de la lana no termina con la esquila.
Después llega el turno del lavado. Una vez realizado la lana pasa a rendir el 60% del peso con el que entró al lavadero. Pero el resultado del lavado no sólo es una lana limpia, sino que durante ese proceso también se separa la lanolina, un subproducto que por la gratitud que posee es utilizado como humectante por la industria cosmética.
Después llega el momento del cardado, que transforma las fibras en mechas circulares que luego se peinan. Así se forman los ‘tops’, ‘que son como fardos de lana’, explicó Vila Moret. En la hilandería, con esos tops se hacen los hilos para confeccionar las madejas, a través de un proceso de estiramiento. Pero la oveja no sólo da lana.
‘En una majada comercial se reserva sólo el 10% de los corderos para continuar con la tarea reproductiva y de producción de lana’, comentó Vila Moret. Los demás corderos se venden a un frigorífico a los tres meses de su nacimiento, cuando pesan entre 28 y 30 kilos, aproximadamente.
Hoy la carne de cordero mejoró su precio gracias a que ‘funciona como un alimento sustituto de la carne vacuna’, explicó Vila Moret, y por lo tanto su precio está ligado al del ganado bovino.
Se puede conseguir a unos 15 pesos el kilo de gancho, mientras que el precio del ganado en pie puede rondar los ocho pesos, por kilo.
‘Todavía no se llegan a recuperar los precios de hace diez años’, dijo Roberto Fernández Speroni, de la Estancia María Behety. ‘Vamos a empezar a valer por la falta de producción’, agregó.
