Las restricciones comerciales vigentes sobre el mercado de exportación de maíz siguen promoviendo enormes transferencias de recursos desde los productores maiceros hacia las compañías exportadoras de granos y las industrias locales que emplean al maíz como insumo base (básicamente avícolas, porcinos y feed lots).
“Es interesante analizar que con producciones muy similares entre las dos últimas campañas (22,3 millones de toneladas en la campaña 2009/10 y 21,6 M/t en 2010/11) el monto autorizado de exportación tiene una diferencia considerable lo que provoca una acumulación de stocks internos”, indicó el último informe de granos elaborado por el área de Investigación y Desarrollo del Movimiento CREA.
“De no volver a abrirse las exportaciones, esta campaña cerraría con un stock final de 4,7 M/toneladas, muy por encima de las 1,2 M/t de remanente de la campaña pasada. Si a eso se le agrega el descuento promedio desde el 1 de enero a la fecha para los años 2010 y 2011, se observa que este último es muy superior: 43,5 u$s/t en promedio versus 5,0 u$s/t en el primer semestre de 2010”, añade.
La exportación sigue retirada de los mercados formales en los cuales se negociaba el maíz (los diversos valores pactados ahora forman parte de acuerdos privados entre traders y empresarios agrícolas).
El único precio de referencia del cereal que queda en pie es el valor disponible publicado por el Matba (que se ubica en 159 u$s/tonelada, equivalente a 652 $/t).
El FAS teórico oficial del maíz disponible es de 877 $/tonelada, lo que implica que el descuento aplicado por las compañías exportadoras (una suerte de “retención privada”) es actualmente de 225 $/tonelada (55 u$s/t).
La exportación sigue retirada de los mercados formales en los cuales se negociaba el maíz. Los valores negociados ahora forman parte de acuerdos privados entre traders y empresarios agrícolas: aquellos que puedan asegurar un volumen atractivo pueden acceder a un descuento inferior, mientras que los productores más pequeños deben pagar el 100% de la “retención privada” (en definitiva: una política que termina favoreciendo la concentración del sector).
