El ex ministro de Economía Roberto Lavagna concedió un reportaje al sitio de internet “BA noticias” que depende la provincia de Buenos Aires y analizó la coyuntura económica.
Al ser consultado sobre la actual situación afirmó: “El 2012 es un año pobre en términos económicos, con un primer semestre prácticamente sin crecimiento y con una leve mejora en este segundo semestre, pero como mucho el producto apenas va a crecer lo mismo que crece la población, de manera tal que no hay un aumento del ingreso por habitante, con el agregado de que estos valores nunca se distribuyen de manera totalmente igualitaria, son los sectores de ingresos medios y bajos los que sienten más el efecto de la economía muy fría, y las pequeñas y medianas empresas, lo cual a su vez se refleja en que ha habido una pérdida de puestos de trabajo, tanto en blanco como en pérdida de trabajo en negro también”.
En relación a la causas de este panorama, Lavagna aseguró que la crisis internacional no tiene influencia. En este sentido aseguró: “No, la coyuntura internacional es tremendamente favorable para Argentina, para que se entienda con claridad, en el momento en que hubo que salir de la fenomenal crisis de 2001, la soja, que es el principal producto de exportación de Argentina, estaba en torno a los 210 dólares tonelada y el promedio de los últimos años, sobre todo de 2007 en adelante, ha sido de arriba de los 500, con algunos picos llegando a 630-640 dólares. De manera tal que más allá de lo que ocurra en el mundo, lo que nos importa específicamente a los argentinos, el efecto es tremendamente favorable, de modo tal que los resultados pobres de este año tienen que ver con cuestiones de política económica local. Yo decía antes que los sectores de menores ingresos y las pymes eran más afectados, habría que agregar a esto desde el punto de vista territorial, en general, las provincias y el interior del país son los que más han sufrido el efecto.
En cuanto a la situación del dólar, el ex ministro de Economía dijo que “Es muy simple. Mire, hay algunos temas de economía que son difíciles de percibir por la población en general, porque no tienen por qué ser expertos en la materia, pero hay algunos temas que son muy fáciles: la inflación, simplemente los ciudadanos van al supermercado y saben lo que está pasando con los precios; el dólar pasa lo mismo, van al banco a pedir dólares que no se los quieren dar y eso es un cepo”.
En paralelo, Lavagna reflexionó sobre la visión que tienen de la Argentina en el exterior. “Hasta hace dos años era, en América del Sur hay algunos países que andan bien y se comportan de acuerdo a ciertas reglas, Brasil, Uruguay, Chile, Colombia y hay países donde, al revés, están yendo contra la corriente básicamente: Venezuela y Ecuador y hay algunos países donde hay una duda y ahí aparecía Argentina, pero en los últimos meses, último año y medio, Argentina dejó de estar en esta categoría intermedia y se fue desplazando en la visión internacional a ubicarla en la Venezuela de Chávez, o Ecuador”, afirmó.
Según su opinión, esta situación puede provocar dificultades a la hora de salir a tomar créditos internacionales. “El problema no es solo la visión internacional, ésta se corresponde a su vez con una visión local, hay una salida de capitales acumulada de los últimos años equivalente a 90 mil millones de dólares, no de pesos”.
“Esto es una suma enorme que debió haber estado en la inversión local y en la creación de empleo, porque que no haya inversión suficiente no es un problema de los empresarios solamente, es un problema de toda la sociedad porque no se crea empleo”, afirmó.
Para el ex funcionario kirchnerista “la visión de afuera tiene también una visión desde adentro que, como yo decía, desde el 2006 en adelante hay una salida muy fuerte de capitales, poca inversión y poca creación de empleo”.
Para finalizar, Lavagna manifestó su apreciación sobre la reciente Ley que modifica el sistema de ART. “El régimen vigente en los ‘90 era vergonzoso, perjudicaba tremendamente al trabajador y al trabajador accidentado. Esto lo empezó a ordenar de alguna manera la Corte Suprema hace ya muchos años de criticar precisamente ese sistema”, explicó.
Asimismo, recordó que “a partir de ahí surge una situación en la cual los trabajadores quedan mejor ubicados, pero al mismo tiempo un grupo limitado de estudios jurídicos montan una fenomenal industria del juicio, con grandes utilidades para esos estudios y con muy poco beneficio para los trabajadores”.
“Entonces acá lo que está haciendo falta es un mecanismo que combine efectivamente una mejor situación, y la inclusión de nuevas enfermedades y demás para los trabajadores, con ponerle un límite a esta industria del juicio, que termina afectando sobre todo a las pequeñas y medianas empresas, afecta al empleo y finalmente termina afectando a quienes están en búsqueda de empleo o desempleados, particularmente los jóvenes de menos de 25 años y las mujeres, que son los más afectados por la desocupación. Me parece que ese equilibro entre las dos cosas no está totalmente logrado en esta ley”, concluyó.

