“Merkel se manifestó de acuerdo en realizar una propuesta conjunta para llevar al G20 referida a la movilidad de capitales globales”, dijo la Presidenta Cristina Fernández de Kirchner al dar precisiones sobre las tres reuniones bilaterales que mantuvo en el marco de la segunda jornada de la cumbre entre la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) y la Unión Europea (UE).
“Hay un consenso muy general en torno a la necesidad de regular la actividad financiera a nivel global”, agregó en diálogo con la prensa al retirarse del Espacio Riesco, a veinte kilómetros de la capital chilena, donde se desarrolló la cumbre birregional.
La jefa de Estado se reunió, además de con Merkel, con el presidente de México, Enrique Peña Nieto, y con el de Chile, Sebastián Piñera.
Al ahondar en detalles sobre la reunión bilateral que mantuvo con Merkel -la segunda del día-, dijo que, entre otras cosas “hablamos de ver si elaboráramos una a propuesta conjunta para el G20 sobre el tema de globalización de capitales que tantos daños han causado”.
“Merkel también dice que tenemos que tener una regulación sobre eso, porque si no es imposible, y hay una necesidad de regulación financiera global”, aseguró.
“Están impactando mucho los cambios de nacionalidades de aquellos que hicieron su fortuna en sus países de origen y como no quieren pagar impuestos se van a paraísos fiscales”, analizó la Presidenta.
Según publicó Télam, al referirse a su diálogo con la canciller alemana, Cristina volvió a explicar lo que había dicho ayer tras su encuentro con Dilma Rousseff al señalar que “hablamos de establecer nuevas premisas para ver si podemos hacer una propuesta a la Unión Europea, una vez que Paraguay elija nuevas autoridades antes del último trimestre”.
“Los europeos también advierten que esa relación donde solamente ganaba un solo no se puede dar más, sino que tiene que ser una relación donde ganemos ambos.”
En la misma línea agregó: “Los europeos también advierten que esa relación donde solamente ganaba un solo no se puede dar más, sino que tiene que ser una relación donde ganemos ambos y donde se tenga en cuenta la incipiente industria de los países emergentes”.
En ese sentido puso como ejemplo “lo que venimos sufriendo los países emergentes con los subsidios agrícolas europeos como la mantequilla francesa o el arroz, que tienen 159 y 180 por ciento de arancel”.

