Las lluvias que cayeron en las últimas semanas en áreas de soja y maíz de Argentina fueron dispares y sólo beneficiaron a parte de los cultivos del ciclo 2012/13, mientras que en otras zonas la sequedad del suelo sigue siendo un problema.
“Durante la semana se produjeron algunas lluvias en Pigüé (provincia de Buenos Aires), de distribución muy despareja y de escasos milimetrajes. La falta de lluvias importantes y las altas temperaturas de los últimos días hacen que ya se comience a notar alguna afectación en los cultivos”, dijo el Ministerio de Agricultura en su reporte semanal.
En la provincia de Córdoba -el segundo mayor distrito agrícola del país- hay zonas donde la siembra no pudo realizarse debido a la extrema falta de humedad, explicó el reporte de la cartera que conduce Norberto Yauhar.
No obstante, las zonas que recibieron más agua recientemente están en buen estado general.
“Han mejorado en Tres Arroyos (en el sur de Buenos Aires) las condiciones hídricas en superficie, dado por la ocurrencia de precipitaciones durante las dos últimas semanas. Esto, prima facie, daría una cierta tranquilidad a los cultivos ya implantados”, dijo el Ministerio.
A la fecha, según el documento, los productores habían sembrado un 98 por ciento de las 19,4 millones de hectáreas previstos para la soja 2012/13, registrando un avance intersemanal de 1 punto porcentual.
Con respecto al maíz, se implantó el 96 por ciento de las 4,6 millones de hectáreas que se destinarían al grano, lo que representa un progreso intersemanal de 2 puntos porcentuales y 2 puntos por detrás del ritmo de la campaña pasada.
Por su parte, el Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) estima que la cosecha de soja 12/13 sería de 54 millones de toneladas y que la de maíz alcanzaría los 28 millones de toneladas.
