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Declaró el maquinista del tren de Once: “Tengo un recuerdo borroso”

Julio Benítez, quien el sábado conducía una formación que chocó en la estación terminal de Once, pasaba la noche en la sala de la Alcaidía de los Tribunales de Comodoro Py tras declarar por el accidente.

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Por Infocampo

Julio Benítez, quien el sábado conducía una formación que chocó en la estación terminal de Once, pasaba la noche en la sala de la Alcaidía de los Tribunales de Comodoro Py tras declarar por el accidente.

“No recuerdo siquiera en qué estaciones paré ni como paré”, dijo en un tramo de su declaración y detalló que entró en ese estado “luego de haber sufrido un ahogo, una falta de aire”, por lo que “apenas recordaba flashes” de lo ocurrido.

“Sentía que perdía mucha sangre y que trataba de recuperar mis pertenencias que estaban desparramadas”, aseguró en la declaración indagatoria que prestó ante el juez Ariel Lijo.

Fuentes del juzgado dijeron que Lijo aún no recibió el video de lo ocurrido en la cabina, ya que el dispositivo de grabación arrancado y encontrado en la mochila del Benítez no pudo ser reparado todavía.

“No me acuerdo haber extraído el disco ni nada de él”, añadió para justificar que fueron encontradas en su poder herramientas para hacer reparaciones electrónicas.

El juez ordenó que el único imputado por el choque del tren sea sometido mañana a una revisión médica y a estudios complementarios por parte del cuerpo médico forense.

Los voceros destacaron que el juzgado “ya recibió” una filmación obtenida con una cámara ubicada en el último vagón, en el que se podría ver que el convoy entró al andén 2 de la estación Once a gran velocidad y sin aparentes intentos de frenado.

Benítez fue asistido por la abogada Valeria Corbacho, la misma que por cuenta del gremio La Fraternidad patrocina a Marcos Córdoba, el maquinista procesado por la tragedia del tren de Once, en febrero de 2012, que causó 51 muertos en el mismo sitio donde el sábado se registraron 80 heridos.

Voceros de la investigación anticiparon que Benítez podría ser imputado por “estrago doloso”, una calificación más grave que la de culposo y prevista en el artículo 191 del Código Penal.

Esta imputación prevé penas de hasta 10 años de cárcel para aquel que “por imprudencia o negligencia o por impericia o por inobservancia de los reglamentos u ordenanzas, causare un descarrilamiento con lesiones”.

Benítez también admitió haber abierto el blog donde se refiere al accidente de febrero de 2012 y aseguró haber soñado que tenía un accidente similar, y que luego de este episodio recibió asistencia psicológica.

El disco rígido no pudo ser reparado durante el fin de semana en los gabinetes científicos de la Policía Federal y de la Gendarmería, por lo que será remitido por el juzgado a la empresa privada que tiene concesionada la instalación de las cámaras.

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