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Atanor: una clásica del negocio agroquímico con nuevo management

Desde enero de 2012 cuenta con una nueva línea de management que es liderada por Marcelo Pablo Dumanjó , un contador que se desempeñó como CEO en empresas de energía y real estate entre otras. 

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Por Infocampo

Atanor es una histórica compañía que comenzó sus operaciones en 1938 hasta convertirse en una de las principales empresas productoras de agroquímicos de la Argentina, unidad de negocios que se complementa con la producción de azúcar y derivados, y de productos químicos.

Desde enero de 2012 cuenta con una nueva línea de management que es liderada por Marcelo Pablo Dumanjó (foto), un contador que se desempeñó como CEO en empresas de energía y real estate entre otras. Tras ser designado presidente del directorio, en marzo de ese año también pasó a ocupar la función de CEO de la empresa.

En el directorio lo acompañan Dennis Albaugh, titular del grupo homónimo estadounidense, y accionista de la compañía (se la compró a Bunge & Born en 1997), y Agustín Herrera, un abogado con más de diez años en la empresa, quien además ocupa la dirección de Asuntos Legales y Corporativos.

Como se mencionó, la compañía tiene tres grandes ejes de negocios: los agroquímicos, el azúcar y sus derivados, y los químicos.

Históricamente, Atanor había ido integrando verticalmente los distintos procesos de producción, sumando a sus plantas de agroquímicos (en Pilar, San Nicolás, Baradero y Río Tercero), la estratégica producción de alcohol con ingenios adquiridos a partir de 2000 en Tucumán.

Incluso adquirieron una salina en La Pampa, fuente de las materias primas que necesita la fábrica de hipoclorito de sodio de Río Tercero.

En 2006 habían también celebrado un joint venture con Anhui Huaxing de China para producir la pmida, el antecesor del glifosato, en el país asiático. Actualmente, la planta no está en producción.

Hoy la compañía se encuentra en un proceso de reestructuración del negocio, además del saneamiento financiero, proceso en el cual se desprendieron del Ingenio Leales  que se había adquirido en 2003, reteniendo Marapa y Concepción.

Por otro lado, se discontinuó el área de negocio de semillas (Atar Semillas), con base en Pergamino, y que buscaba integrar el negocio de los fitosanitarios al de la genética.

En tanto, Atanor do Brasil, la subsidiaria en el vecino país y que cuenta con una planta de fungicidas en Resende, pasó a depender directamente de la matriz estadounidense.

La gestión de Dumanjó y su equipo ha logrado mejorar los indicadores patrimoniales de la empresa y estiman que en 2015 ya habrá sido superada toda esta etapa y con la operación a comercial a pleno.

La idea sería tener un equilibrio ideal entre las tres unidades de negocio, entendiendo que al tratarse de productos commodities, las grandes tendencias del mercado resultan determinantes.

En cuanto a los números, el balance a diciembre de 2012 muestra una facturación cercana a los $1.800 millones, con un resultado neto positivo de $24 millones después de impuestos. En tanto, su activo era de $2.367 millones, con un patrimonio neto de $279 millones.

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