En la primera semana de vida de las “Letras Internas del Banco Central de la República Argentina en pesos y liquidables por el Tipo de Cambio de Referencia”, o sea el bono que lanzaron para captar los dólares de las cerealeras y aceiteras, el saldo fue más que modesto. Según confirmaron desde la entidad rectora, estos exportadores suscribieron un total de u$s165 millones desde el 13 de este mes hasta este viernes inclusive. Había trascendido que la aspiración de Juan Carlos Fábrega, el titular del Central, era que ingresaran unos u$s400 millones por semana. Algo que está quedando más que corto, por ahora, según publica una nota de Leandro Gabín en Infobae.
Si bien no hablan de un monto esperado, en un primer momento se hablaba de captar entre u$s1.500 millones y 2.000 millones. Sería lo que las cerealeras no liquidaron porque especulaban con una devaluación mayor del tipo de cambio. Algo que mediante esta Letra se busca contrarrestar.
Desde el Banco Central no se mostraron preocupados por el monto que inicialmente están recolectando. “No hay un monto específico al cual llegar. Y el bono tiene un plazo de cierre aún indefinido, por lo tanto no buscamos resultados inmediatos. Es una herramienta para que los exportadores liquiden y no haya especulación”, explicaba una fuente.
El bono, que –como se dijo– no tiene aún fecha de cierre (queda abierta la suscripción hasta que el Central decida), tiene un plazo de 180 días y paga una tasa del 3,65% más la devaluación del tipo de cambio durante esos seis meses. La utilidad de este instrumento es atractiva para los exportadores que estaban retaceando los dólares.
“El productor no va a vender masivamente la soja para quedarse con una letra a 180 días con 3,65% de interés, no le conviene ni es seguro para él”, indicó una fuente del sector cerealero.
“El negocio lo hacen los exportadores que adelantan la plata, que la pueden cobrar en 91 o 180 días y que la consiguen a una tasa menor de su casa matriz o banco. El Gobierno logra el puente hasta que llegue la venta de la nueva cosecha”, comentó.
“Y cuando en marzo el productor venda la soja nueva, el exportador va a poder entregar esa letra (se cumplen los 91 días) y quedarse con el dinero de esa exportación sin retenciones porque ya se la adelantó al Gobierno”, agregó.
Sea como fuese, por lo pronto las reservas del BCRA están “equilibradas” en torno a u$s30.500 millones. El dato es que dejaron de caer. La artillería de medidas busca pasar estos meses hasta marzo-abril del año próximo, cuando empieza a liquidarse el grueso de la cosecha. Estabilizaron el barco. Que no es poco.
