Una intensa tormenta invernal, cargada de nieve, lluvia helada y fuertes vientos, castigó en las últimas horas la costa este de los Estados Unidos, lo que causó varias complicaciones, entre ellas, la suspensión de la actividad del Congreso en Washington, según publica La Nación.
Además de la parálisis del gobierno en el Capitolio, el fenómeno provocó la cancelación de más de 5000 vuelos, el cierre de escuelas y oficinas, y complicaciones para transitar por las calles.
Alrededor de 22 estados de los 50 que conforman la nación se encuentran bajo estado de alerta, aunque los más afectados son el distrito de Columbia, Nueva York, Maryland y Pensilvania.
Washington amaneció ayer cubierto de nieve en lo que los expertos calificaron la peor tormenta en cuatro años. Sus edificios federales fueron clausurados y ayer tampoco hubo la habitual rueda de prensa de la Casa Blanca, a modo preventivo.
En tanto, los colegios del Distrito de Columbia permanecen cerrados. Los responsables de educación de la región están preocupados porque, debido a la intensa temporada invernal que se vive, el programa tenga que extenderse hasta bien entrado junio, cuando en realidad termina a principios de ese mes.

