“Escucho mucho que la Corte como mínimo patearía el tema, al menos hasta enero, cuando ya habría más margen para negociar. Honestamente no creo que la Argentina vaya a un default”, considera Federico Sturzenegger, diputado nacional del PRO por la Ciudad de Buenos Aires y ex titular del Banco Ciudad, al ser consultado por El Cronista acerca del acuerdo con el Club de París y el litigio con los fondos buitres, sobre el cual la Corte Suprema de Estados Unidos se pronunciará en las próximas semanas.
El doctor en economía del MIT (Massachusetts Institute of Technology) sostiene que si la Corte sólo extiende los plazos, sin que haya una solución definitiva, habrá un rally de los bonos al abrirse más caminos para concretar una solución con los holdouts. Sin embargo, advierte que la suba de los bonos será mucho más acotada que si se lograra una solución definitva en la batalla holdout.
¿Cómo ve este nuevo proceso de re-endeudamiento en el que está embarcada la Argentina? Entre Repsol y Club de París, ya sumamos u$s 16.000 millones en deuda nueva.
Hay cinco temas que separaban a la Argentina del mundo: Repsol, Club de París, cepo cambiario, holdouts y la mentira del Indec. Es inentendible no haber resuelto el tema del cepo y del Indec primero, siendo que son decisiones internas que se podían tomar y que hubieran generado inmediatamente un menor costo de financiamiento. No hacerlo implicó finalmente resolver de manera más onerosa la controversia con Repsol y el tema Club de París. Pero en estos temas, sobre todo con el Club de París hay que reconocer que directamente no hubo una negociación. Sencillamente se preguntó cuanto se debía y calladitos fuimos a pagar. Creo que la negociación con el Club de París quedará como un ejemplo de una claudicación hecha y derecha. Es el costo de hacer las cosas mal tanto tiempo, de que la ideología prime por encima del sentido común. Al final las papas queman y ahí negociamos de la peor manera. Ni hablar del costo incurrido por haber demorado esta negociación. Dicho todo esto aun así es una buena noticia que la Argentina haya resuelto al menos estos dos problemas.
Se ha mencionado que el arreglo con el Club de París podría tener alguna incidencia en el juicio con los holdouts en Estados Unidos. ¿Considera esta posibilidad?
Claramente hubo una señal de Argentina de mayor voluntad de pago, una señal de querer normalizar su situación. Esto debe sumar. El tema es que se da de bruces con el escrito presentado a la Corte que nuevamente va por el lado de la bravuconada. Le dicen a la Corte que van a cumplir con el fallo, pero que como no se puede cumplir con el pago, entonces si no toman el caso Argentina va al default. No se como le caerá eso a los jueces y eso es algo que van a tener que leer.
¿Cuál puede ser la decisión más probable? ¿Cree que la Argentina entrará en default?
Escucho mucho que la Corte como mínimo patearía el tema, al menos hasta enero, cuando ya habría más margen para negociar. Honestamente no creo que la Argentina vaya a un default. La idea que circuló en los últimos días de ir a un default generalizado para luego renegociar con todos en igualdad de condiciones no tiene mucho sentido ya que los buitres no entrarían y seguramente luego de un nuevo “canje” repetirían toda la historia legal con el mismo resultado. Si la Corte no toma el caso, el gobierno argentino seguramente irá a Griesa y tratará de acordar un esquema de negociación, que seguramente versará sobre la forma de pago, que dilate la decisión al año que viene.
¿En qué beneficiaría a la economía que los plazos legales se extiendan hasta el año que viene?
Aún si la Corte sólo extiende los plazos, sin que haya una solución definitiva, creo que habrá un rally de los bonos, porque ya se abren más caminos de solución y el nivel de riesgo país es totalmente exagerado respecto al nivel de endeudamiento de la economía y del Gobierno. Pero el rally sería mucho más acotado que si se encara una verdadera solución del tema. Si se dan señales de que este problema puede quedar atrás sin un default de la deuda reestructurada la suba en el precio de los bonos argentinos puede ser realmente importante. Kiciloff ha concluido que más le vale resolver estos temas para ver si puede lograr un financiamiento externo que de alivio en el corto plazo, ya que ha descubierto cuanto más conveniente es transferirle el costo al próximo Gobierno que sostener el relato del desendeudamiento. O quizás ahora se convencieron que no van a estar más en el 2015 y nos les preocupa endeudar al Gobierno. Lo cierto es que, a esta altura no sería una gran sorpresa que terminen arreglando con los holdouts y dejándole el costo a quien llegue en 2015. Hay una reflexión final para hacer. Viendo como gastan el dinero público, hasta podría decirse que es una bendición que hayan creído tanto en el desendeudamiento.

