El vicepresidente Amado Boudou señaló anoche que “a pesar de los esfuerzos desmesurados” del juez Ariel Lijo por demostrar su presunto vínculo con Alejandro Vandenbroele “esas pruebas e indicios nunca aparecieron, ni existen”, y se despegó de su amigo José María Núñez Carmona, el nexo con The Old Fund, por todas las “coincidencias” que aparecen en la causa.
“No conozco a Vandenbroele y reitero que jamás lo vi”, afirmó una vez más Boudou al hablar en una entrevista concedida por primera vez a un programa no oficialista y del Grupo Clarín, con quien el Gobierno mantiene un feroz enfrentamiento. En declaraciones al ciclo “Palabras más, palabras menos”, conducido por Ernesto Tenembaum y Marcelo Zlotogwiazda, en la señal de noticias TN, añadió que Vandenbroele tampoco fue su inquilino sino que le hacía trámites a Fabián Carosso Donatiello, con quien firmó el contrato de alquiler.
“Se hablaba de un supuesto video mio con Vandenbroele, pero nunca apareció. La verdad que no existe”, aseguró al referirse a su situación en el marco de la investigación por presunto abuso de la función pública en la causa de la ex imprenta Ciccone.
También negó haber mantenido reuniones con los Ciccone pero sin embargo admitió haber compartido una cena con su amigo Núñez Carmona y el empresario del área de la salud Claudio Belocoppit, encuentro del que también fue parte el yerno de Nicolás Ciccone, Guillermo Reinwick.
Según dijo, en esa comida en el Palacio Duhau, Reinwick “no habló” y sólo era “un tal Willy”. “Una vez que yo fui al hotel (no precisó la fecha) a comer a la noche, estaba el empresario Belocoppit con Núñez Carmona y una persona que denominaban Willy. Ahora sé que es Reinwick”, describió Boudou al tiempo que aseguró que jamás se nombró el tema Ciccone en esa ocasión.
El presidente del Senado sostuvo que los propietarios de The Old Fund -la sociedad que levantó la quiebra de la ex Ciccone Calcográfica- son el financista Raúl Moneta y precisamente Reinwick.
Reinwick, por su parte, afirmó la semana pasada en el programa Periodismo para Todos que el Gobierno a través de Boudou se quedó con la ex imprenta, cuya venta puso bajo la lupa de la Justicia al vicepresidente. Además, precisó que él nunca trabajó en Ciccone y explicó que lo que hizo fue vincular a Boudou con su suegro a través de un vecino -Gabriel Bianco- que era “amigo de toda la vida” del actual vicepresidente. “¿Cuál es el delito? Lo hice y lo volvería a hacer porque es mi suegro y estaba en quiebra”, se defendió.
Indicó, a su vez, que tiempo después de hacer el contacto, se reunió “en Telefé” con “Nicolás Ciccone, Gabriel Bianco, Boudou y Núñez Carmona”, aunque el vicepresidente no habría estado presente en el diálogo ya que tenía en esos instantes una entrevista en el ciclo AM.
Boudou reiteró a lo largo de la entrevista en el Senado, que se extendió por más de una hora, sus argumentos en su defensa sobre la causa Ciccone, en la que está sospechado de haber intentado quedarse con la calcográfica a través de testaferros, y consideró que no puede estar “respaldado por el Gobierno” cuando “formo parte” de él.
“Yo soy parte del Gobierno, no puedo estar respaldado por el Gobierno. Ahora, si me decís en términos de lo que me está pasando, sería muy ingrato si quisiera involucrar al funcionamiento diario del Gobierno en esta causa. Me tengo que defender sólo”, dijo. Agregó que “tengo que decir mi verdad y salir adelante en una situación que tiene un trámite judicial. Involucrar a alguien del Gobierno no me parece” atinado.
En la ocasión, Boudou volvió a reiterar su denuncia de los “machos en off: hablan con periodistas para generar una operación mediática. Prefiero, cuando hablo, hablar de esta manera. No me gusta mandar mensajes por atrás”, disparó, y respondió con un “por supuesto” cuando se le preguntó si hay “machos del off” dentro del oficialismo, aunque evitó dar nombres.
En otro orden, el vicepresidente desmintió cualquier relación suya entre la reestructuración de deuda realizada por The Old Fund para Formosa, y al respecto aseguró que “ese trámite fue sustanciado y encaminado por el anterior ministro”, al tiempo que agregó que “son decididos y son responsabilidad de las provincias con las empresas que contratan, no por los ministerios”.

