Crédito Imagen: Ministerio de Asuntos Agrarios
El Juzgado de Paz de Luján falló en contra del Zoológico de esa ciudad instándolo a pagar “50 mil pesos de multa, como asimismo la prohibición de ingreso al público a la jaula de los felinos y de aquellos animales que no revistan el carácter de domésticos”. La decisión surge a partir de una denuncia presentada en diciembre pasado por la Dirección de Flora y Fauna del Ministerio de Asuntos Agrarios bonaerense.
En esa oportunidad, desde la cartera se había constatado que los visitantes del parque hacían cola para entrar a las jaulas de tigres y leones con el fin de sacarse fotos. El acta de infracción, labrada oportunamente, señalaba que los visitantes “toman contacto directo y se fotografían con los animales acariciando sus lomos”.
En el fallo se dejó constancia -además- de que “se ha circunscripto la pena de clausura del establecimiento a que alude la norma por cuanto la infracción no abarca todo el predio preservándose de esa manera la fuente de trabajo”.
De este modo, la Justicia falló a favor del pedido del Ministerio de Asuntos Agrarios de obligar a ese zoológico a cumplir con lo establecido en el artículo 8 del Dec. 2308/01 reglamentario de la Ley 12.238.
Los propietarios deberán pagar la multa más alta que la ley contempla para estos casos por permitir el ingreso del público a la jaula de tigres y leones.
Cabe recordar que el artículo 8 de la Ley 12.238 fija que “queda prohibido la alimentación y el contacto directo de los animales con el público, a excepción de animales domésticos que no revistan peligrosidad”. La norma determina, además, que “los zoológicos y establecimientos afines serán directamente responsables de la seguridad de los animales, el público y el personal”.
En ese sentido, el fallo del juez Francisco Ariel Ghibaudi establece que, además de deber abonar la multa correspondiente, se prohíbe que los visitantes del Zoo ingresen “a la jaula de los felinos y de aquellos animales que no revistan el carácter de domésticos”.
Asimismo, se fija que los responsables del establecimiento tienen “la obligación de anoticiar al público con carteles indicadores de la prohibición” de tener contacto directo con la fauna silvestre.
