“La segunda carta de Monsanto representa el mismo precio inadecuado, las mismas promesas regulatorias inadecuadas para cerrar, los mismos riesgos regulatorios y los mismos asuntos relacionados con los cambios de las sedes. Como tal, hemos reiterado nuestro rechazo a la propuesta de Monsanto”, indicó Syngenta en un comunicado.
En esta ocasión, Monsanto se ofreció a pagar una cuota de ruptura inversa de US$2 mil millones a Syngenta si no puede obtener las aprobaciones regulatorias mundiales para una adquisición.
“En particular, Syngenta señala que si una transacción fuera anunciada y no consumada, habría un daño significativo y una destrucción de valor para Syngenta y sus accionistas, lo que requiere una cuidadosa evaluación de los riesgos y un camino claro para el cierre, y de ninguna manera se condice adecuadamente por una irrisoria multa de quiebre regulatorio relacionada con dichos honorarios vistos en transacciones con niveles comparables de riesgo regulatorio”.
“Además, la Junta de Syngenta, en conjunto con sus asesores legales, no cree que los problemas de reglamentación se resuelvan tan sencillamente por un paquete pre-acordado y anunciado previamente de desinversiones horizontales, que es el enfoque propuesto por Monsanto”, señalan.
“Hay ejemplos notables de transacciones propuestas que han sido bloqueadas por reguladores debido a las preocupaciones de conglomerado y otros problemas no horizontales, y la Junta tiene la preocupación de que una combinación entre Monsanto y Syngenta pueda considerarse como tal”.
La semana pasada, la agencia de noticias Reuters informó que fuentes anónimas dijeron que el grupo químico alemán BASF SE estaba hablando con banqueros de inversión sobre la posibilidad de hacer una oferta por Syngenta.Apenas unas semanas después que Syngenta rechazara la oferta inicial de US$45 mil millones de la compañía estadounidense, recibió una segunda carta de Monsanto en la que “esencialmente se repite” la primera propuesta del 18 de abril.
