La Bolsa de Cereales de Entre Ríos estimó que el 89% del área sembrada con trigo de la provincia de esa provincia posee “muy buena” y “buena” condición fenológica, mientras que el 11% restante fue calificada como “regular”.
A través de su sistema de información agrícola (Siber), el organismo entrerriano detalló que el 14% del área sembrada posee una condición general evaluada como muy buena, mientras que un 75% presenta una situación buena.
En tanto, el 11% restante fue calificada como “regular” debido a ciertos “lotes con baja densidad de plantas” por efecto “de los excesos hídricos al momento de la siembra”, además de algunas “enfermedades foliares y del tallo del trigo en base a determinados factores climáticos ocurridos en los últimos nueve días”, señalaron.
Personal del organismo y colaboradores de la Bolsa analizaron a principios de mes lotes de producción y algunas franjas de variedades nuevas de trigo en la etapa de encañazón en el departamento entrerriano de Uruguay, donde “todos tenían Drechslera tritici-repentis (mancha amarilla)”, una de las enfermedades endémicas más relevantes por su efecto sobre el rendimiento.
La enfermedad tuvo una incidencia hasta de un 80% en los lotes, y una severidad de hasta un 20%, en “una sola variedad de ciclo corto moderadamente susceptible”.
En tanto, se determinó septoriosis -hongo que causa una enfermedad conocida como mancha de la Hoja de invierno-, “con una incidencia del 50% y una severidad del 5% en una variedad de ciclo corto” mientras que además se registraron “efecto de heladas en los ápices de las hojas, síntomas de bacteriosis, déficit hídrico y amarillamiento de hojas basales por falta de nitrógeno”.
Por otra parte, comunicaron que la producción del maíz tiene a la fecha “64.500 hectáreas implantadas con maíz de primera”, y tiene un 20% de “expectativa de crecimiento” mayor al ciclo 2015/16, por lo que se intentará sembrar 250.000 hectáreas, de las cuales 215.000 serán con maíz de primera y las 35.000 restantes con maíces tardíos y/o de segunda”.
Finalmente, señalaron que “a tres meses de iniciada la siembra de lino” se produciría “una caída en la superficie, que sería cercana al área sembrada en la campaña 2014/15”, la cual fue de 12.000 hectáreas.
En ese sentido, explicaron que el estado fenológico se corresponde “con la etapa de ramificación” y en general la oleaginosa “posee entre 10 y 15 centímetros” de altura, mientras que la condición del cultivo se divide en partes iguales entre buena y regular, considerando “los lotes que han sido resembrados y otros que presentan un bajo stand de plantas”.
