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Vampiros en Formosa: el Senasa realiza acciones de control ante un brote de rabia paresiante

Fue en establecimientos ganaderos ubicados en las localidades de Laguna Yema y Pozo del Tigre. Equipos técnicos del organismo realizaron tareas de control en la zona afectada

infocampo
Por Infocampo

El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) constató la presencia de ejemplares de vampiros Desmodus rotundus en las localidades formoseñas de Laguna Yema y Pozo del Tigre. 

Tras el hallazgo, un equipo técnico del organismo se trasladó a establecimientos ganaderos de esas localidades y además realizó la vigilancia en refugios centinela, ubicados en la zona oeste de la provincia. 

La rabia paresiante es una zoonosis, es decir que puede transmitirse de los animales a las personas y es mortal para el humano y para los animales no vacunados. En este punto radica la importancia de la prevención mediante la inmunización de los animales susceptibles de contraer la enfermedad.

Al tratarse de una enfermedad de notificación obligatoria ante el Senasa, las autoridades remarcaron la importancia de notificar la existencia de animales con sintomatología nerviosa y la detección de posibles refugios de vampiros. 

A partir del aviso, serán evaluados, georreferenciados y comunicados al Programa Nacional de Control de la Rabia Paresiante, implementado por el organismo sanitario

CAPACITACIÓN SOBRE RABIA

En el marco de las actividades de prevención de la rabia, el Centro Regional Chaco-Formosa del Senasa junto al Consejo de Médicos Veterinarios de Formosa, realizaron una capacitación presencial y por videoconferencia sobre la enfermedad, destinada a 40 profesionales de la provincia.

La exposición estuvo a cargo de Gabriel Russo, del Programa Nacional de Rabia. El profesional  explicó qué es la rabia, cómo se transmite, a qué especies afecta y cuáles son las medidas de prevención.

Además, recordó la importancia de cumplir con la vacunación obligatoria de las mascotas según establece la Ley N° 22.953 y que ante la mínima sospecha, la población debe comunicarse con profesionales veterinarios o con el área de zoonosis más cercana.