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“A la Argentina le cuesta cada vez más competir en el mundo”.

Carlos Etchepare, asesor de Carbap, advirtió sobre una creciente disminución en la capacidad competitiva de la producción argentina, a nivel internacional. En este escenario, el ruralista consideró a las retenciones en el sector como un "contrasentido" y aseguró que esta reducción en la competitividad será cada vez mayor, en tanto los precios no se recuperen.

Carlos Etchepare, asesor de Carbap, advirtió sobre una creciente disminución en la capacidad competitiva de la producción argentina, a nivel internacional. En este escenario, el ruralista consideró a las retenciones en el sector como un "contrasentido" y aseguró que esta reducción en la competitividad será cada vez mayor, en tanto los precios no se recuperen.
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Por Infocampo

Etchepare manifestó en Infocampo TV que la Argentina es el único país del mundo en el cual se aplica este impuesto a la exportación. De esta manera, explicó que, por cada tonelada de trigo o maíz que se exporta “se paga el 20% de su precio en concepto de impuestos”.

El asesor de Carbap aclaró que, para la soja y el girasol existen dos valores diferenciados. Así, expuso que, cuando se trata de materia prima, se paga el 23% de impuestos mientras que, para aceite o harinas, se abona el 20%.

“Cuando todos los demás países subsidian, la Argentina es el único país que castiga las exportaciones del sector, que es la principal fuente de riqueza que tenemos”, sostuvo.

Por otro lado, Etchepare señaló que el principal perjuicio que provocan las retenciones lo constituye la pérdida de rentabilidad de los productos que las pagan.

El especialista informó que durante el 2002, 2003 y parte de 2004 “tuvimos años muy buenos, donde el productor soportó las retenciones por una situación internacional de oferta y demanda mundial de los granos que permitía precios muy elevados”.

El ruralista comunicó que este escenario con precios “anormales” para los valores habituales de este mercado posibilitaron que, durante todo ese tiempo, se pagaran las retenciones sin oponer resistencia, “a pesar de saber que eran injustas”.

Etchepare destacó que, al regresar el mercado a la normalidad, y “en un año como éste, en donde la situación de oferta y demanda mundial se normaliza, los precios caen”.

De esta manera, expuso que en el caso del maíz, “el productor no sólo está perdiendo rentabilidad sino que está perdiendo capital”. Así, comunicó que el rendimiento promedio para este cultivo, con una cosecha que es récord, será de 75-76 quintales por hectárea.

Etchepare subrayó la gravedad de la situación y señaló que “para salir hecho con maíz necesitas un rendimiento de 100 quintales, lo cual no será común en la mayoría de los casos”.

La rentabilidad agropecuaria baja, las retenciones ¿suben?,

De esta manera y en el marco de un escenario con precios reducidos, rentabilidad restringida y retenciones altas, el funcionario consideró que “a la Argentina le cuesta cada vez más competir en el mundo”.

El asesor de Carbap, planteó el caso del trigo, cultivo que muchos productores se vieron forzados a vender a bajo precio al no tener capacidad de retención. “En el mes de enero tuvimos que salir a venderlo y la única alternativa que tuvimos fue bajar el precio”, manifestó, para agregar que “eso se transformó en que, en el mercado local, pudiéramos vender un trigo a 80-82 dólares la t”.

El funcionario subrayó que este valor llevó al quebranto a muchos productores que tuvieron que vender su mercadería a este precio, mientras que otros pudieron esperar, para vender su producción a precios mejores.

Etchepare reiteró con preocupación la merma sufrida por la capacidad competitiva de la producción argentina. Expuso al respecto que “tenemos posibilidades de competir cada vez menos, en la medida en que los precios no se recuperen”.

En relación a esta restricción, consideró que las retenciones a las exportaciones “son un contrasentido”, ya que afectan considerablemente y, de manera negativa, la rentabilidad del sector y lastiman la competitividad internacional de la producción local.

Con respecto a la posibilidad del establecimiento de un precio sostén (valor garantizado) para determinados productos, Etchepare comentó el caso de Estados Unidos, país que fijó para ciertos productos un precio sostén de libre elección para los productores. Es decir, cada explotador define si accede o no a este precio.

“Creo que para muchos productores sería interesante que existiera algún mecanismo similar”, manifestó. Sin embargo consideró que “tenemos que ser realistas, en la Argentina estamos muy lejos de esto”.

Finalmente, Etchepare consideró que “lo que falta es un diseño de política agropecuaria”. El funcionario destacó la ausencia de un plan con vistas a largo plazo, que le permita al sector organizarse y poder tomar las decisiones en tiempo y forma.

Verónica Scornik

vscornik@infocampo.com.ar

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