En 2020 la Argentina cuenta con potencial para producir 135 millones de toneladas de granos. Pero debido a las actuales políticas públicas dicha cifra sólo llegaría a ser de 110 millones de toneladas en el mejor de los casos. Así lo indica un trabajo presentado por la Fundación Producir Conservando.
Pero la caída de productividad no es lineal. Según el trabajo elaborado por Gustavo Oliverio y Gustavo López –presentado ayer en el seminario “Argentina 2020” organizado por la Fundación Producir Conservando en la ciudad de Buenos Aires– la siembra de cereales está cayendo a tasas mayores a lo previsto en 2002 y sólo llega a un proyectado de 7 a 8 M/ha en 2020 (algo menos del 20% de la superficie total), mientras que la tendencia real de área sembrada de oleaginosas supera lo previsto en el año 2002.
En la proyección realizada al 2010 todas las limitantes que se insinuaban en el 2002 se impusieron (aumento de la presión fiscal, restricciones a las exportaciones, menor seguridad jurídica, etcétera). Pero aún así se logró, de la mano del crecimiento de la producción de soja, alcanzar una cosecha de 100 millones de toneladas. Este fenómeno ocurrió de la mano del progresivo crecimiento de los precios internacionales de los granos (que permitió que en los últimos diez años el campo aportara unos 46.500 M/u$s en concepto de derechos de exportación).
La producción a futuro de cosechas inferiores a las potenciales, según el estudio, es un reflejo de los problemas de sustentabilidad que está mostrando el sistema agropecuario a causa de las restricciones comerciales, distorsiones de precios y la elevada presión impositiva promovidas por la política oficial.
“Un Sistema de Producción es Sustentable si Económicamente, Socialmente y Ambientalmente lo es. Desde lo Económico no será Sustentable si por factores ajenos a los mercados se producen asimetrías de precios entre productos, que definen la competitividad y los resultados de los cultivos”, indicó el estudio de la Fundación Producir Conservando.
“La creciente presión fiscal dada por retenciones y restricciones, lejos de cumplir su objetivo como medidas transitorias, son solo la base de la recaudación de un País que no mira lo que está pasando en la actividad. El crecimiento del área y producción solo es el resultado de un alza continua de los precios internacionales de los commodities. La infraestructura básica no acompaña el crecimiento Productivo”, añadió.
“Desde lo Social no será Sustentable si el desarrollo en el interior del País no acompaña el crecimiento productivo generando mas empleo y oportunidades de trabajo. Para ello es necesario tener un País más Federal desde el punto de vista Fiscal. No pueden ser Socialmente Sustentables los 100 millones de toneladas en Argentina, si los índices de Pobreza (25%) e Indigencia (10%) continúan siendo altos. No pueden ser Sustentables los 100 millones de toneladas si hay hambre y subnutrición en zonas agrícolas en una parte importante de la población”, comentó el trabajo.
“Los casi 6300 millones de dólares que en promedio anualmente se generan por retenciones a las exportaciones deberían ayudar a la Sustentabilidad Social de nuestro país, a través de una mejora en la Alimentación, Salud, Educación y generación de trabajo”, agregó.
“Desde lo Ambiental no será Sustentable con un Sistema de Producción que genera un fuerte desbalance de Carbono. Con rotaciones de cultivos, (Soja-Soja) que regeneran problemas de Erosión que habíamos logrado disminuir. Con rotaciones que no permiten generar coberturas de rastrojos importantes, para controlar erosión y mejorar la E.U.A. Con rotaciones de cultivos (monocultivos) que generan resistencias de malezas, plagas y enfermedades disminuyendo rendimientos y aumentando costos de producción. Con una reposición de los nutrientes extraídos del 22% como en la campaña 2009. Con una mirada también de corto por parte de quienes están involucrados en la producción primaria (incluidos arrendatarios) y que hoy solo miran su resultado económico de corto plazo”, finalizó.

