A diez años de la siembra de los primeros cultivos transgénicos, el genetista y catedrático estadounidense Wayne Parrot está de visita en la Argentina. En su recorrida incluyó disertaciones sobre la historia y las tendencias de la biotecnología y una reunión en el Congreso para presentar datos recopilados en una década de experiencia y “aclarar algunos conceptos sobre modificación genética”.
Parrot prevé que en los próximos años habrá una gama mucho más amplia de características en los cultivos transgénicos que se sumará a los desarrollos en resistencia a insectos y herbicidas. “Dado que la gran limitante en el mundo es el agua, todo lo que tenga que ver con poder aprovecharla y usarla más eficientemente ayudaría a mejorar la situación”, explicó Parrot, quien reconoció ensayos en algodón y maíz en esta línea. También cree que habrá desarrollos que mejorarán el perfil nutricional para uso alimentario, incrementarán la cantidad de hierro en las plantas y harán más eficiente y económica la producción a campo.
Respecto del futuro en la Argentina, cree que “siendo un país ganadero la próxima incorporación sería la resistencia a glifosato en alfalfa”. Este OGM ya está desarrollado y tiene dos años de venta en Estados Unidos.
Este año se sobrepasaron las 100 M de hectáreas sembradas con cultivos transgénicos en el mundo. Un estudio reciente indica que en los próximos diez años el área de transgénicos va a doblar la actual. Tras diez años, Parrot está convencido que hoy los riesgos y beneficios de los transgénicos pueden comprobarse con experiencia, “no con suposiciones”. El genetista cree que “hoy está comprobado que el riesgo de los transgénicos es igual al de los alimentos convencionales”.
Al ser consultado sobre la relación que tiene el desarrollo de Organismos Genéticamente Modificados (OGM) con la alimentación, el catedrático dice que la biotecnología es de escala neutra, esto es, que le puede brindar servicios a un latifundista como a un minifundista. “En general, son quienes trabajan en menores parcelas los que más beneficios obtienen porque una plaga, una helada o una sequía los deja sin nada”, explicó.
En relación con la alimentación infantil, dijo que es muy importante todo lo que puede hacerse para paliar la deficiencia de vitamina A. Mejorando el perfil nutritivo de algunos granos básicos como el arroz se pueden prevenir enfermedades. En este marco de situación, todo depende de las políticas que tenga cada país. “Si como en algunos países africanos prohíben los transgénicos la brecha entre desarrollados y no desarrollados se va a incrementar”, dijo, y consideró que, para él, “la Argentina no es un país de bajo desarrollo”.
Respecto del bioetanol, en la Unión Europea y Estados Unidos ya se están desarrollando proyectos vinculados con la conversión de celulosa y lignina en etanol. De esta manera se aprovecharía una mayor parte de la planta.
Al ser consultado sobre su opinión respecto del sistema de regulación argentino, Parrot consideró que “tenía fama de ser uno de los más proactivos del mundo”.
Juan Ignacio Martinez Dodda
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