“Las exportaciones argentinas, que tuvieron un desempeño exitoso entre 2003 y 2008, con crecimientos año a año a tasas de dos dígitos (170% acumulado entre 2003 y 2008) cambiaron esa performance a partir de 2009, cuando comenzaron un nuevo ciclo errático de caídas internanuales (2009 y 2012), leves alzas (2010) y un año de buena performance (2011, cuando alcanzaron los 84.000 millones de dólares). Entre 2008 y 2012 sólo crecieron 15%.En lo que va de 2013 están recuperándose un 4% pero después de haber caído casi un 4% el año pasado. Esto es: en un lustro, amesetamiento e irregularidad”. Así comienza el último informe de la consultora DNI, acerca de la relación entre la suba del dólar blue con la caída en las exportaciones.
Desde mayo hasta septiembre (último mes medido oficialmente) de este año, sólo en un mes las exportaciones fueron mas altas que en el mes inmediato anterior, y en el resto de esos meses siempre han ido mas bajas. Y de los últimos 4 meses medidos (junio, julio, agosto y septiembre), tres de esos meses han mostrado exportaciones que, si bien reflejan alza en relación al mismo mes del año anterior, muestran a la vez cifras de ventas externas mas bajas que el mismo mes del año 2011, lo que evidencia esta situación descripta: estamos ante amesetamiento, pérdida de vigor, irregularidad.
“Desde una pérdida de competitividad cambiaria, hasta la inflación de costos, pasando por una baja tasa de inversión en los sectores transables, los límites a las importaciones que complican el acceso a insumos, deficiencias en la infraestructura, retaliaciones de países en diversos lugares del mundo, excesos en regulaciones al comercio o la pérdida de crédito en dólares que sucedió a la caída de los depósitos en esa moneda, varias razones explican la mala performance. Hay comparaciones que, si no pueden señalar una estricta y exclusiva relación de causa y efecto exclusiva (son un factor entre otros), sí pueden reflejar de manera palmaria los problemas macroeconómicos que vive el país que acompañan las caídas en las exportaciones. Uno de ellos es la inflación (claramente, ante una mayor inflación –según el índice del Congreso Nacional y de analistas privados como O. J. Ferreres- se han visto peores exportaciones), explicó el texto, que agrega: “Otro indicador surge de la comparación entre el alza del denominado dólar “blue”, esto es, el dólar no oficial que cotiza en los mercados informales en Buenos Aires, y la performance de las ventas externas de bienes”.
El descenso de las exportaciones es ya persistente y, como se ha dicho, no es explicable por razones exógenas en la medida en que numerosos países de la región muestran mejor performance en la materia que Argentina. En la medida en que el denominado “blue” ha avanzado en los últimos tiempos, las ventas externas han caído en el amesetamiento y la inestabilidad ya descripta (esto, en particular en los últimos meses).
Por último, explicó que el desdoblamiento cambiario “de hecho” genera expectativas que desalientan comportamientos de largo plazo de los exportadores, desincentiva operaciones internacionales que se someten un reconocimiento de un tipo de cambio oficial sustancialmente inferior al que los actores económicos perciben como “de mercado”, lleva a quienes pueden diferir ventas o liquidaciones a hacerlo en la espera de una mejora del tipo de cambio oficial que siga a la evolución del paralelo, y conspira contra las 4 garantías que el entorno de negocios debe ofrecer a los actores económicos (estabilidad, previsibilidad, simplicidad, baja aleatoriedad).