Agrofina S. A., una compañía dedicada a la síntesis y formulación de agroquímicos, es la nueva joya del Grupo Los Grobo. La empresa fue creada en 1978 bajo el nombre de Ipesa, nombre que responde a su fundador Juan Carlos Iglesias Pérez.
La planta de producción se encuentra ubicada en el parque industrial de Zárate y fue concluida hacia 1997.
Para 2007, la empresa fue adquirida por el grupo Matlin Patterson que maneja fondos de inversión globales, adquiriendo activos de muy distintas características.
Seis años después, la empresa fue adquirida por la familia Grobocopatel, ingresando los hermanos Gustavo, Andrea y Gabriela como sus directores y llevando a la empresa, que para ese momento ya se llamaba Agrofina a una fusión por absorción con Los Grobo Agropecuaria, la compañía original fundada por Adolfo y Gustavo Grobocopatel a fines de los 80.
Durante la transición en manos del fondo, Agrofina cambió su estrategia de comercialización, finalizando el vínculo con Compañía Argentina de Semillas, como su canal de distribución, para armar uno propio.
Agrofina opera básicamente en el segmento de los agroquímicos genéricos o fuera de patente.
En el ejercicio cerrado al 31 de diciembre de 2012, su facturación trepó a $277 millones, con una utilidad neta de $11 millones.
La evolución en los últimos años ha sido positiva, ya que de acuerdo al prospecto de la emisión de su fideicomiso (en 2102) en 2009 estaban con un nivel de facturación de $90 millones, aunque con una utilidad similar ($11 millones).
La situación patrimonial a diciembre de 2012 muestra un activo de $481 millones y un pasivo de $318 millones.
Lo que se observa es un alto nivel de apalancamiento en el circuito bancario. Según las referencias del Banco Central (BCRA) a octubre, el total de créditos trepaba a $244 millones, siendo el Provincia (24%), Itaú (21%), el HSCB (16%) y el Galicia (14%), los principales acreedores. Toda la deuda se encontraba en óptima situación de cumplimiento, según el BCRA.
La compañía también lanzó fideicomisos de deuda en el mercado de capitales local, el primero por $14 millones, el segundo por $22 y el tercero por $47 millones.
La adquisición por parte de LGA se dio en un contexto de reorientación del negocio del grupo, saliendo de la producción primaria para ingresar a operaciones de mayor rentabilidad por capital invertido.
Ocurre también con Horacio Busanello como CEO del grupo, que al provenir del negocio de los agroquímicos (venía de Syngenta) facilita la visión sobre la operación.
Asimismo, se concreta luego de la salida de Los Grobo en la producción primaria brasileña, lo que dejó al grupo con una liquidez importante.
Fuentes del mercado sostienen que solo las siembras de LGA en el país constituirían una demanda relevante para la producción de Agrofina.
También Grobocopatel anticipó la idea de profundizar su participación en el negocio semillero, que complementa muy bien el de los fitosanitarios.
Por ahora, Agrofina se encuentra en un proceso de integración con LGA, lo que implica desde la reformulación de la exposición de la información contable a modificaciones organizacionales y tecnológicas.
