La compleja negociación salarial en la industria de la alimentación se encamina hacia la profundización de un escenario de conflicto, con paros y protestas que, según denuncian las principales fábricas, amenazan con afectar la producción y provocar problemas de desabastecimiento, según publicó El Cronista.
La Federación gremial que representa a los trabajadores de la actividad y los ejecutivos de la cámara que nuclea a las fábricas de alimentos mantendrán hoy un nuevo encuentro en la sede del Ministerio de Trabajo en el marco de la discusión paritaria, pero la enorme brecha que separa el reclamo sindical de recomposición de la propuesta salarial empresaria aleja la expectativa de un rápido entendimiento, a la vez que alerta con la inminencia de un conflicto.
Previendo ese escenario, la cartera laboral que conduce Carlos Tomada dispuso el último viernes extender por otros 5 días hábiles la conciliación obligatoria dictada en el marco de la negociación, plazo que vencerá el próximo lunes 22.
“Si no hay acuerdo para entonces, profundizaremos las medidas. Hay voluntad de pelear a fondo por el aumento”, advirtieron desde la conducción de la Federación de Trabajadores de Industrias de la Alimentación (FTIA), que lidera el dirigente Luis Morán. En sintonía, Rodolfo Daer, jefe del sindicato bonaerense de la actividad, prometió ayer “paros sorpresivos y bloqueos en las fábricas” para redoblar la presión por el aumento salarial y rechazó en forma tajante que el gremio acepte avanzar en un acuerdo paritario en línea con el tope del 27% impulsado desde el Gobierno.
Las discusiones en el sector siguen empantanadas. Mientras la representación gremial reclama llevar el actual piso salarial de la actividad de $ 8.400 a $ 12.000, lo que representa un incremento del 42,8%. Frente a ese planteo, las empresas agrupadas en la Federación Industrial de Productos Alimenticios (FIPA), que preside Daniel Funes de Rioja, ofertaron una mejora del 24% en 3 tramos, que fue desestimada por el gremio.
Desde las empresas ya alertaron al Gobierno que la renovación de las protestas y paros en las plantas tras el vencimiento de la conciliación obligatoria generarán problemas de desabastecimiento de algunos productos. Además, en la FIPA consignaron que muchos subsectores conformados principalmente por pequeñas y medianas fábricas atraviesan una situación muy difícil y no están en condiciones de afrontar incrementos de sueldos ni siquiera del orden del 36%, como se pactó en la paritaria sectorial del año pasado. En tanto, para hoy también está prevista una nueva reunión en el marco de la paritaria del transporte de cargas, donde el sindicato de Camioneros, que lidera Hugo Moyano, insiste con un pedido de aumento del 35% tras rechazar la propuesta de la conducción de la Fadeeac de un incremento escalonado del 26%. El gremio ya amenazó con disponer nuevas medidas de fuerza si no logra cerrar en los próximos días la negociación salarial.
