La estrategia de venta más adecuada en el actual escenario de mercado es retener soja y vender maíz ante el alto riesgo político que este último tiene en el mercado local. En tal afirmación coincidieron hoy los analistas Enrique Erize y Teodoro Zorraquín.
“La soja tiene altas probabilidades de registrar subas en el mercado internacional y los productores deberían aguardar a que el precio mejore para salir a comercializar”, indicó a Infocampo Erize, titular de la consultora Nóvitas.
“Para el maíz el panorama es totalmente distinto: el mercado local se va a ir divorciando del internacional producto de las presiones políticas que va a tener en el corto plazo”, comentó el especialista, y añadió que “probablemente estaremos en presencia de un mercado intervenido por el gobierno nacional, tal como sucede con el trigo”.
En los últimos meses exportadores de granos aplicaron descuentos adicionales a los precios ofrecidos a productores por las crecientes restricciones que implementa la Oncca a través de requisitos que complican cada vez más el panorama de negocios. En decir: el riesgo comercial generado por las regulaciones exigidas por el organismo oficial fueron transferidas a los empresarios agropecuarios.
Por su parte, Zorraquín, titular de la consultora ZM & Asociados, manifestó que “el maíz está amenazado por políticas internas que tienden a permitir la exportación sólo cuando se compruebe que una empresa tiene mercadería suficiente para abastecer al mercado local”.
En referencia a la comercialización de soja, Zorraquín recomendó que “vendería sólo lo necesario para cubrir necesidades de caja, dado que todavía le caben subas que pueden llegar a ser importantes”.
Por último, los analistas remarcaron la importancia de la derogación de las retenciones móviles “que permitió al productor agropecuario volver a pensar en estrategias de comercialización, aunque por el momento estén limitadas”.

