La aparente abundancia del agua en el mundo ha dado la impresión de que se trataba de un bien inagotable. Hoy la historia cambió: el agua es considerada un recurso económico de gran valor y, en consecuencia, debe ser administrada racionalmente. Con esta premisa, el INTA trabaja para que las arroceras usen el recurso con mayor eficiencia, mediante estrategias de manejo que se compartirán en INTA Expone NEA del 27 al 29 de junio en Posadas, Misiones.
De acuerdo con Juan Francisco Moulin –especialista en arroz del INTA Corrientes– “la inundación bien controlada crea las condiciones ideales para el desarrollo y buen rendimiento del arroz, al tiempo que aumenta la eficiencia de los insumos aplicados”. Por eso, se recomienda empezar con el riego lo más temprano posible, cuando el arroz tiene 4 a 5 hojas –entre 14 y 17 días después de nacido–.
En esta línea, Moulin recomendó un riego temprano: “Si se maneja adecuadamente el agua, inundando los lotes en el momento oportuno, se logra aumentar la eficiencia de los fertilizantes aplicados hasta en un 70%”.
Además, destacó que las láminas de agua aplicadas deben ser permanentes y con una profundidad de entre 5 y 10 centímetros, al menos en las etapas iniciales. “Así, disminuye el consumo total en el campo y se eficientiza el uso de este recurso tan valioso”, explicó Moulin.
Para poder iniciar el riego justo en el momento en el que la planta lo necesita y que la inundación sea completa, el técnico recomendó tener bien nivelado el suelo –tapar pozos y corregir la pendiente del terreno mediante un correcto trazado de taipas– y los canales, conductores, desagües y bombeos en óptimas condiciones de uso.
En referencia a las taipas, Moulin explicó que estos bordos de tierra cumplen la función de dividir los cuadros o lotes en espacios de desnivel controlado, lo que permite mojar y mantener con una lamina de agua la totalidad del lote. Para que esto resulte, entre una y otra debe haber un desnivel que no supere los 2 centímetros en campos planos y hasta 15 centímetros en aquellos con mucha pendiente.
Como regla general, se recomienda regar primero las partes más altas de los cuadros, y una vez que éstas se completaron con agua, continuar por desnivel a las otras zonas. “Para asegurar la eficiencia del sistema de canales y conductores resulta fundamental mantenerlos en buenas condiciones, libres de sedimentos, malezas y filtraciones”, indicó Moulin.