Lo que demuestra el éxito de la política de ingreso que tuvo el gobierno nacional en defensa del poder adquisitivo. La inflación, por más que sea mediática no recortó el poder de compra, que se debe medir por cantidad de productos que se pueden consumir y no por datos mediáticos”, indicó Estrada a Télam.
Así se refirió al informe publicado por esta agencia que dice que los trabajadores que perciben el salario mínimo pueden comprar en Argentina hasta seis veces más de productos que lo que pueden hacer quienes ganan el haber más bajo en los países vecinos, donde la inflación es menor que acá.
Se trata de un trabajo elaborado por el Grupo de Estudios Económicos Nacional y Popular (Geenap), donde se relevó cuánto se puede comprar con un salario mínimo en la Argentina, Brasil, Chile, Colombia Paraguay, Perú y Uruguay.
“Una mayor redistribución del ingreso y un mayor poder adquisitivo no coinciden necesariamente con un nivel de inflación bajo”, remarcó Estrada.
Destacó que “lo más importante es que el Estado garantice el poder del salario que es el elemento fundamental del ingreso de las familias”.
“La diferencia con el resto de los países es que Argentina privilegia el aprovisionamiento del mercado interno por sobre el externo, y a partir de retenciones a las exportaciones permite desligar el precio internacional de los alimentos del valor de los mismos en el mercado local”, puntualizó el economista.
También señaló que “los subsidios que otorga el Gobierno permiten el abaratamiento de los servicios de energía y transporte, y es una forma de salario indirecto que permite dejar mayor saldo del salario para consumo de alimentos y esparcimiento”.