Por estos días, el trabajo en la planta de fabricación de glifosato que Atanor posee en el parque industrial de Pilar es intenso. Es que se continúa ampliando la capacidad de producción, que con las últimas reformas alcanzará a 200 millones de litros por año, contra un nivel actual que se ubica en torno a los 150 millones.
El plan de crecimiento de la compañía está ligado a una grata novedad que la empresa que lidera el ingeniero químico Miguel Ángel González y que pertenece al grupo estadounidense Albaugh recibió en diciembre del año pasado: después de once años de gestiones, el gobierno brasileño aceptó el registro del glifosato de la compañía para ser vendido en ese mercado.
A partir de ahora, Atanor âque posee una empresa en ese paísâ apunta a triplicar su participación de mercado y disputarle el liderazgo a Monsanto, tal como ocurrió en el mercado argentino.
Brasil tiene, como atractivo adicional, el hecho de que el glifosato cuesta más caro que en la Argentina.
Pero, al mismo tiempo, pronto comenzarán las obras para la construcción de una planta de producción de este herbicida, similar a la argentina, con la que apuntan a seguir ganando mercado.
En tanto, una tercera planta que se está construyendo en China en un joint venture con una compañía de ese país marcha viento en popa. âVamos a ponerla en producción tres meses antes de lo previsto, es decir, para fines de este añoâ, comentan desde Atanor.
La visión de González sobre el negocio de los agroquímicos apunta a posicionar a Atanor como proveedor en las fuentes de energía por venir: la soja, como materia prima para el biodiésel, y la caña de azúcar y el maíz, para la de bioetanol. Por eso, con 12.000 hectáreas de caña de azúcar en la Argentina y tres ingenios en su poder, Atanor espera la oportunidad para abastecer también ese mercado.
âIncluso el mismo alcohol que hoy producimos a partir de la caña se utiliza como materia prima de la fabricación de atrazina, un herbicida para la caña de azúcar, de forma tal que cerramos el círculoâ, explican en la empresa.
En Atanor proyectan un crecimiento importante para esta campaña y esperan pasar de 500 millones de facturación en el 2006 a más de 600 en el 2007.
Dentro de la línea de productos que incluye como buque insignia al glifosato, la atrazina y el 2-4D, a fines del año pasado sacaron al mercado el herbicida Mestizo, que es una mezcla de glifosato y 2-4D, con la cual apuntan a dar soluciones al problema de malezas resistentes al glifosato, en el barbecho químico.
En la Argentina, Atanor tiene una posición muy fuerte en el mercado del glifosato âproducto líder en el segmento de los fitosanitariosâ no sólo vendiendo con marca propia, sino proveyendo a terceras empresas, que lo comercializan con sus marcas.
En la firma sostienen que apuntan a un producto de calidad superior y uniforme. Además de mencionar la inversión que se viene realizando (u$s20 M), muestran a todo aquel que visita la planta una pileta con peces (carpas) con el agua que sale del proceso de tratamiento de efluentes. âNo creemos que haya muchos que puedan hacer estoâ, sostienen.
Hoy por hoy, Atanor integra distintos pasos en la fabricación del glifosato. Por un lado, es el primer importador del producto en grado técnico desde China. En el 2006 importó 14.100 toneladas por u$s47 millones, lo cual representó 47% del total de las importaciones argentinas del herbicida. Por el otro, integra más pasos de producción en la Argentina a partir de precursores del herbicida, como la pmida. El proyecto de China, que para Atanor significa una inversión de más de u$s20 millones, apunta a producir inicialmente unas 40.000 t de pmida.
Javier Preciado Patiño
jpreciado@infocampo.com.ar
