Un proyecto prevé la transformación de gas metano en energía eléctrica y la construcción se lleva a cabo mediante un “Programa de Incentivos a la generación de energías distribuidas” (PROINGED).
Lo impulsa el Gobierno de la Provincia de Buenos Aires a través de su Ministerio de Infraestructura y es financiado con fondos del Foro Regional Eléctrico de la Provincia de Buenos Aires (FREBA).
La investigación, promoción e implementación de esta tecnología, desde el Gobierno bonaerense se lleva a cabo por medio del Ministerio de Asuntos Agrarios (M.A.A.) en conjunto con la Coordinación Técnica de Cuenca Norte de la Estación Experimental Cuenca del Salado del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).
Así, de este modo se avanza en la construcción de un Biodigestor experimental-demostrativo en la Chacra Experimental Integrada Chascomús.
Los nuevos modelos productivos, y en particular el uso de cantidades cada vez mayores de combustibles de origen fósil como el petróleo, generan como consecuencia cambios en el clima de todo el mundo.
En la búsqueda de mecanismos que permitan revertir esta situación, surgen alternativas productivas que contemplan la reutilización de desechos para la generación de energías renovables, alternativas o limpias, entre las que se destacan la biodigestión, eólica, hidráulica y solar.
El objetivo del proyecto está orientado a que “los productores en particular, y la sociedad en su conjunto, tengan a su alcance una demostración de esta tecnología y así avanzar hacia una implementación masiva, para dotar de sustentabilidad ambiental la intensificación de las producciones agropecuarias”.
En tanto, el biodigestor está siendo construido en la unidad Tambo de la Chacra, siendo los efluentes generados por esa unidad los que lo van a alimentar.
El biodigestor es el denominado de alimentación continua de tipo pistón, en el que según explican los técnicos del INTA “la misma cantidad de efluente entrante será igual a la cantidad de material biodegradado saliente, siendo este conducido hacia una laguna de almacenamiento y maduración, para luego ser usado como biofertilizantes en los cultivos”.
La digestión se hará mediante temperatura controlada de entre 28 a 35ºC (mesofilo), haciendo necesaria una cámara de precalentamiento y un sistema de calefacción interna, alimentado por el mismo gas metano generado.
Para poder recolectar al máximo el bosteo, se contará con una pista de alimentación, en donde las deyecciones de las vacas se juntarán (mediante pendiente y barrido en seco) en una fosa, para luego ser bombeada hacia el tanque de precalentamiento y posterior ingreso al digestor.
De acuerdo con lo proyectado desde el INTA “esta primera etapa de construcción, funcionamiento y puesta a punto se continuará por una segunda etapa de transformación de ese gas metano en energía eléctrica”.
