La empresa biotecnológica argentina BioSidus presentó hoy en la sede porteña de la Sociedad Rural Argentina un logro único a nivel global: terneras modificadas genéticamente capaces de secretar insulina humana en su leche.
Las terneras Jersey âque fueron bautizadas con los nombres de Patagonia I, II, III y IVâ nacieron en febrero de este año en el campo que Marcelo Argüelles, el presidente de BioSidus, tiene en la zona norte de la provincia de Buenos Aires. Los cuatro ejemplares son clones y su genoma fue modificado para que lleven en sus células mamarias el gen precursor de la insulina humana.
De esta manera, cuando alcancen su madurez sexual, la leche que producirán las terneras tendrá insulina humana entre sus componentes, la cual, una vez aislada y purificada, se comercializará para tratar a diabéticos. En BioSidus estiman que la producción de 25 vacas transgénicas sería suficiente para cubrir la demanda anual de insulina en el mercado argentino.
En 1982 la compañía farmacéutica estadounidense Eli Lilly lanzó al mercado el primer producto generado por medio de ingeniería genética: insulina humana producida a partir de bacterias modificadas genéticamente. Hasta entonces una pequeña fracción de la población de diabéticos fallecía a una edad temprana por el hecho de presentar intolerancia a la insulina extraída de bovinos o de cerdos. Con la insulina humana recombinante ese problema desapareció.
Ahora el desarrollo de Biosidus promete dar un paso gigante, dado que la utilización de bovinos como biorreactores permitiría reducir sustancialmente los costos de producción de la insulina humana recombinante.
Además, BioSidus está tramitando la aprobación, ante la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología (Anmat), de la Hormona de Crecimiento Humana (hGH) obtenida a partir de leche proveniente de vacas clonadas que portan en su genoma el gen de la hGH.
El 2 de junio pasado, por primera vez en la historia, un organismo regulatorio recomendó la aprobación comercial de un fármaco obtenido a partir de la leche de un mamífero transgénico. En esa fecha, la European Medicines Agency (EMEA) emitió un comunicado en el cual recomendó autorizar el uso de un anticoagulante (antitrombina alfa recombinante; nombre comercial: ATryn) producido a partir de leche de cabras transgénicas. Este logro tecnológico fue desarrollado por Genzyme Europa, filial europea de la compañía estadounidense GTC Biotherapeutics.
Otra de las compañías que tiene un fármaco recombinante producido a partir de leche de mamíferos es la holandesa Pharming. Se trata del inhibidor C1 recombinante humano (rhC1INH), que es elaborado a partir de leche de conejos transgénicos y sirve para tratar pacientes con una rara enfermedad hereditaria llamada angioedema (HAE). El trámite de aprobación de este fármaco ante EMEA y la Food and Drug Administration (FDA) de EE.UU. se encuentra bastante avanzado.
Ezequiel Tambornini