Brasil intenta denodadamente limpiar el estigma de la aftosa con acciones y anuncios (que suenan a presión para el mercado).
Por un lado, hoy comienza la campaña para vacunar 161,2 M de reses (80% del total de la hacienda) contra la enfermedad de la que se han confirmado once focos en el sur del país (Mato Grosso do Sul) en las últimas semanas.
De esta manera, se da comienzo a la segunda etapa del Programa Nacional de Erradicación de Fiebre Aftosa,
Por otro lado, el gobierno brasileño aspira a que el embargo impuesto a la carne bovina por alrededor de 50 países sea levantado antes de fin de año. “Tenemos la esperanza de levantar los embargos en un plazo relativamente corto”, señaló el ministro de Agricultura, Roberto Rodrigues en Sao Paulo, donde participó en un seminario sobre la política agrícola brasileña.
“Tenemos confianza en que Brasil recuperará su imagen y prestigio”, dijo el ministro, y comentó que “Brasil es un jugador muy importante en el mercado mundial de carnes que no puede quedar fuera”.
Según Rodrigues, una investigación del Instituto de Estudios de Comercio y Negociaciones Internacionales (Icone) indica que Brasil puede perder unos 1.500 millones de dólares en un plazo de seis meses si el embargo se prolonga más de lo que espera el Gobierno.
