“Creo que en esta campaña el área va a crecer y posiblemente superemos las seis millones de hectáreas”, dijo con optimismo Leandro Ortis, responsable del programa de mejoramiento de trigo de la semillera Relmó. Lo hizo en diálogo con Infocampo luego de la jornada que el martes 28 realizaran en Oliveros, al norte de Rosario.
“Hay varios factores que confluyen en esto. Por un lado tenemos que hay una buena recarga del perfil. En esta región (II Norte) entre febrero y casi todo marzo cayeron 220 milímetros. También hay zonas donde la campaña sojera no fue buena y ahora están esperando la revancha con el trigo. La realidad es que estuve en otras reuniones y el ánimo es positivo y que ya hay demanda de semilla, como nos lo dicen los vendedores”, señaló.
En la jornada, fue Pablo Adreani, de Agripac, quien se ocupó de dar un panorama del mercado triguero. El consultor dio un escenario de firmeza para el cereal, aunque dejó una puerta entreabierta: una trepada en el precio interno de la harina puede dar lugar a cualquier reacción por parte del Gobierno.
Más allá de esta circunstancia, se espera un mercado de semilla muy competitivo esta campaña. Relmó sale al gran cultivo con las variedades Torcaza, un ciclo largo de grupo de calidad I y alto rinde (6.800 kg/ha en La Dulce) y Cóndor, un ciclo corto recomendado para planteos de alta tecnología (se sacaron 6.400 kg en Plá). Pero el mercado va a estar muy ofertado. “Calculo que en precio, la semilla va a estar en valores similares a los del año pasado”, adelantó Ortis.
La jornada contó con la presencia del ingeniero y profesor de la facultad de Agronomía de la UBA, Daniel Miralles, quien habló sobre el manejo del cultivo en función de la fisiología de la variedad y el clima. “Básicamente apuntó a conocer las características del material para elegir el ambiente y la fecha de siembra”, sintetizó Ortis. Uno de los temas desarrollados fue el conocimiento de la fecha probable de heladas tardías, como determinante del inicio de la siembra. También se expuso sobre densidad de plantas a lograr. “En líneas generales estamos tratando de obtener 250 a 270 plantas por metro cuadrado en ciclos largos y 300 en ciclos cortos”, agregó.
Por el lado de la fertilización, Gustavo Ferraris, del Inta Pergamino, habló de la importancia de contar con un buen diagnóstico de disponibilidad de nutrientes y del ajuste de la dosis, no sólo teniendo en cuenta el cultivo del trigo sino el de la soja de segunda también. Un tema bastante debatido fue el de la fertilización nitrogenada en una sola aplicación o dividida. “El comentario del técnico apuntó a considerar cuál es la disponibilidad hídrica al momento de la siembra”, señaló Ortis. “La idea es arrancar fuerte. Si la disponibilidad es buena conviene hacer una sola; ahora, si no es ideal y hay perspectiva de lluvias para el macollaje, entonces puede convenir dividirla. Otra cuestión importante a considerar es que el nitrógeno aportado después de macollaje va prioritariamente a mejorar la calidad del grano, antes que el rendimiento”, sostuvo.
La jornada contó con la participación del ingeniero Julio Castellarín, del Inta Oliveros, y Daniel Vázquez, del Inia Uruguay. Asistieron unos 120 productores y técnicos, quienes después del mediodía se dedicaron a visitar el criadero que la empresa posee en Maciel.
