En nota divulgada el pasado jueves, Cargill atribuyó esta decisión a la “baja oferta de ganado”, situación provocada por meses de sequía en selectas regiones de Texas.
Aproximadamente 2.000 empleados quedarán cesantes con esta decisión, sin embargo Cargill se ha comprometido a trasladar el afectado personal a otras unidades o empleadores.
“El cerrar esta planta de procesamiento nos fue una decisión bastante difícil,” dijo John Keating, presidente de Cargill Beef, en un comunicado. “Optamos por esta opción solo al ver la baja oferta de ganado y capacidad de procesamiento en Norteamérica.”
El alto costo de forraje provocado por la prolongada sequía también contribuyó a esta difícil situación, subrayó.
“Lamentamos cerrar esta planta porque resulta en despidos,” agregó. “[Reconocemos] que esto afecta familias y toda la ciudad de Planview”.
Cargill no demolerá dicha planta, previendo así su posible reapertura en un futuro. Sin embargo, la compañía no anticipa ver un significante aumento al rebaño ganadero de EE.UU. en los próximos años.

