El presidente de la Comisión de Agricultura y Ganadería de la Cámara baja, diputado Juan Casañas (UCR-Tucumán), calificó como “muy importante” el despacho de mayoría logrado logrado esta semana para la eliminación del conjunto de normas que regulan la exportación de productos agropecuarios conocidas como ROE.
“Es muy importante dar inmediatas señales de previsibilidad y estabilidad al sector, para alentar la inversión y el desarrollo de nuestro interior. Este proyecto tiende a eliminar una herramienta que, desde 2006, cuando se comenzó a utilizar en forma arbitraria para las exportaciones de carne, ha venido destruyendo el mercado agropecuario”, indicó Casañas por medio de un comunicado.
“Esta distorsión –agregó el diputado– no ha hecho más que tender a la concentración de la comercialización en pocas manos y la desaparición de muchísimos pequeños productores en todo el país. La prueba más clara de la ineficacia de esta herramienta de control de precios internos es que hoy la carne ha subido a precios récords debido, fundamentalmente, a una merma en la producción, que es el resultado del cierre de exportaciones”.
“Otro aspecto es el vergonzoso incumplimiento por parte de nuestro país del cupo que tenemos asignado para la cuota Hilton. Algo similar ocurre en el caso de los granos, donde el gran perjudicado es el productor que, además de recibir menos precio por la aplicación de las retenciones, ve mermado su pago también por el cierre de los mercados de exportación. Esta situación es particularmente grave en el caso del trigo y el maíz, y todo ello, sin que el consumidor final obtenga mejores precios por sus alimentos”, comentó Casañas.
Casañas afirmó que “esta iniciativa, que lleva la firma de doce diputados, es complementaria de la reforma del organismo de contralor de la comercialización agropecuaria”.
El proyecto había obtenido despacho favorable en la comisión el año pasado, unificado con los proyectos originales de los diputados Elisa Carrió y Federico Pinedo. Sin embargo, debido a que uno de los expedientes originales era del año 2009 y, por lo tanto, había perdido estado parlamentario, el despacho favorable corrió la misma suerte. Por decisión de la presidencia de la comisión, el proyecto fue nuevamente puesto a consideración de los diputados.
