La segunda jornada de Biotech Forum se llevó a cabo en los laboratorios de Indear. Sólo restan los detalles finales para el funcionamiento en pleno del instituto y, mientras tanto, algunos investigadores ya trabajan en los primeros proyectos.
Federico Trucco, gerente de Desarrollo, se encargó de la presentación de las dos unidades de negocio. Por un lado el mejoramiento de cultivos para aumentar su productividad y su sustentabilidad (Molecular Breeding) y la producción de enzimas industriales (Molecular Farming) utilizando plantas como ‘biorreactores’.
La realización de Indear es uno de los modelos abogados durante la primera jornada.
Con una alianza muy fuerte con el Conicet, los proyectos de Indear se centran estrictamente en la investigación y desarrollo. Es la unidad de mejoramiento vegetal y biotecnología de Bioceres, que fue el inversor para la construcción de su edificio en el predio del Centro Científico Tecnológico Conicet-Rosario. Desde 2008, la unión Indear-Bioceres comercializa germoplasma de trigo, sorgo y soja a través de Bioceres Semillas, y a partir del año próximo lo hará con maíz y girasol.
También contó Trucco que están cerrando acuerdos con Produsem y Advanta. En este último caso se firmó un convenio para el desarrollo de germoplasma con resistencia a salinidad, que se aplicará en los cinco cultivos.
El anfitrión contó que también buscan socios hacia abajo dentro de instituciones que tienen tecnologías de alto valor, en un estado de prueba de conceptos, con el objetivo de aportar las herramientas de desarrollo.
El proyecto de ‘Molecular Breeding’ involucra la inclusión de un gen del girasol que le confiere a la soja, maíz y trigo, menor sensibilidad al estrés hídrico.
El principal beneficio de esta tecnología es un aumento de los rendimientos bajo condiciones estresantes, y uno secundario que reduce los niveles de herbivoría, ya que sobreexpresa una proteína antiinsectos en las hojas.
‘Molecular Farming’ tiene como objetivo convertir el proceso fotosintético de la planta en una herramienta para producir moléculas de alto valor agregado a muy bajo costo. La tecnología SPC contempla la producción de quimosina bovina, proteína que se utiliza en el proceso de coagulación de leche para la producción de quesos.
Según Trucco, el interés en la producción de enzimas industriales es muy alto, ya que es un negocio muy promisorio, especialmente cuando vemos la posibilidad de convertir nuestros residuos agrícolas en azúcares fermentables. La apuesta fuerte es la producción de enzimas intervinientes en la producción de bioetanol de ‘segunda generación’.
Otros proyectos son la producción de nuevas variedades de amaranto que producen a menor costo por tonelada; en convenio con Inta Castelar está el desarrollo de maíz con tolerancia a Mal de Río Cuarto (MRCV), y el acortamiento de ciclos de los cultivos que permitirá nuevos ajustes de la rotación.
Artículo publicado en la edición de hoy de Infocampo Semanario
