Una de las tantas represas casi secas. “Aquí siempre hubo agua, pero este año se secó y queda eso nomás”, dijo a este diario Agustín Mercado, peón de un pequeño productor ganadero de Pampa Florida.
Por ejemplo, es el caso Alejandro Alarcón, encargado de un vivero de la familia Medina, ubicado a metros de la ruta nacional 16, donde tiene bajo cubierta tomates y otras hortalizas. Como el reservorio que utilizaban para el riego diario se secó, ahora tienen que realizar el acarreo, y lo hacen con tanque arrastrado con un tractor.
Alejandro Alarcón, encargado del emprendimiento del invernadero de la familia Medina ubicada sobre ruta 16. “Hace 19 años que trabajo aquí, y nunca ví semejante sequía, tan fuerte, que secó todos los reservorios y también algunas perforaciones”, dijo.
“Vamos al parque industrial, estamos sacando casi 20 mil litros por día, si no tenemos este agua, toda la producción se cae porque los calores son intensos y la temperatura se lleva la poca humedad que tiene”, dice el cuidador.
De este pozo, varias familias rurales de Colonia Domingo Faustino Sarmiento, sacan agua para beber. Pero desde ayer solo se puede extraer muy temprano por la mañana, porque durante el día, las napas bajan dejando solo barro.
Según publicó diario El Norte de Resistencia, otra realidad es la que vive Edgardo Salinas, que no tiene recursos para hacer el acarreo del agua, y tiene que esperar que algún buen vecino le lleve un poco de agua en el lote Pampa Loca.
“Dicen que en otros campos anda la APA pero acá nunca aparecieron, ni en las buenas ni en las malas”, dijeron los productores de la zona.
Aunque la sequía complica la situación todavía no se ven muchos animales muertos en la zona de Sáenz Peña. Sin embargo, ayer en la recorrida hecha por NORTE, pequeños productores ganaderos mostraron algunas vacas que no pudieron escapar del barro donde antes había aguadas. En la colonia La Matanza, al noreste de Sáenz Peña, en la recorrida de NORTE se pudo detectar la presencia de animales muertos, rodeados de cuervos.
“Más adentro, por el camino hacia El Tacuruzal, se ven más animales muertos”, dijo Eduardo Mantilla, cuidador de un campo vecino que comentó que las “aguadas” se fueron secando y que desde hace al menos cuatro meses no se registran lluvias superiores a los 60 milímetros.
