En función de las cabezas de ganado bovino afectadas, las pérdidas llegan a $88.552.560. Pero no sólo esa producción fue la afectada por las recientes inundaciones, sino también equinos, ganado menor (porcinos, caprinos, ovinos), avicultura, apicultura, sementeras, pesca y otras especies de fauna y flora autóctona.
Así lo describe un grupo de 805 productores, quienes desarrollan su actividad en los bajos del Departamento San Fernando, y solicitaron al gobierno provincial la declaración de “zona en situación de desastre / emergencia”. Es la única manera -según consignaron en una nota enviada al gobernador- de recibir de la Nación fondos destinados a estas situaciones especiales.
El planteo, con pedido de declaración de emergencia, no es el primero que hacen a las autoridades provinciales, ya que se trata de un problema estructural que padece la zona desde hace años. Los ganaderos producen en los Bajos de Tacuarí, El Salado, Palometa, Paranacito, El Tapado y Bajo Méndez, y fueron afectados por sucesivas inundaciones.
Según precisaron, en el Departamento San Fernando se vacunan 222.266 cabezas de ganado mayor, de las cuales por las recientes inundaciones resultaron afectadas 79.038 según publicó Diario Norte.
“Hay 805 productores damnificados en forma directa, en su gran mayoría pequeños, para los cuales estos animales constituyen la base de su subsistencia”, indicaron.
En una nota enviada el 1 de septiembre al gobernador Juan Carlos Bacileff Ivanoff, los productores dan cuenta de los “graves efectos de las recientes inundaciones sobre la producción chaqueña”. De esa forma, elevan al mandatario “algunas propuestas que podrían contribuir a reducir el impacto negativo de las mismas”.
Sobre el área donde producen, comentaron que se trata de “una zona de alta significación económica para la provincia y es reconocida por la productividad de las pasturas naturales y sus condiciones especiales para terminar, dentro de la provincia, novillos de exportación con destino a la Unión Europea”. Sin embargo, “cuando las precipitaciones en el Este chaqueño superan los registros normales, el río Negro trasvasa hacia otras cuencas”. Así, explicaron que “toda la zona queda bajo agua, al igual que cuando el Paraná está por encima de los seis metros en Barranqueras”.
Según explicaron, “la emergencia hídrica provoca destrucción de las pasturas y desaparición de dormideros, al quedar los campos bajo agua y, consiguientemente, obliga a trasladar los animales”. Así, advirtieron que “en esta situación se torna prácticamente imposible encontrar campos disponibles, para facilitar la evacuación ordenada; por eso los animales permanecen en callejones, caminos rurales y en las banquinas de las rutas asfaltadas”.
En un pedido casi desesperado, resaltaron que las pérdidas que enfrentan “son cuantiosas”, dadas por “el costo del forraje y pastajes, pérdida de kilogramos por cabeza a raíz del estrés, mal pariciones de vacas que, por un período considerable de tiempo, no podrán reponerse para una nueva preñez, sufrimiento de los terneros, mortandad de animales durante los arreos o al ser arrastrados por el agua, por falta de tiempo para sacarlos de los campos”. Esa situación “es tanto más grave cuanto más prolongada es la inundación”.