La empresa José J. Chediack es una de las principales constructoras del mercado nacional que se dedica esencialmente a la obra pública. En los últimos años, como tantas otras, comenzó a invertir sus dividendos en la producción agroindustrial argentina.
A mediados de la década del 90 el grupo que comanda José Chediack fue beneficiado con la ley de diferimientos impositivos. Este régimen permite a las empresas postergar el pago de impuestos durante un período determinado de tiempo, para fomentar las inversiones en proyectos no industriales.
En 1995 la compañía desarrolló un proyecto agrícola-industrial en el Valle de Tulum (San Juan). Bajo la firma Carnes Andina compró un campo de 2.300 hectáreas, en las que actualmente tiene en producción 1000 has de olivos y 300 has de uvas.
Dentro de esta misma sociedad están vinculadas las sociedades EAD Agrícola y Vansitan, fincas cercanas que cierran el proyecto productivo. En total José Chediack invirtió u$s30 millones. Esta cifra incluye la construcción de una fábrica de aceite de oliva extra virgen (marca Oleovita) que produce 10.000 t/año.
La expansión en el sector agroindustrial de Chediack continúa con SolFrut SA, empresa que es 40% del grupo y 60% de Teknofood. Esta compañía también está instalada en la provincia de San Juan y se dedica a la producción de alimentos deshidratados. Su principal cliente es el Estado, ya que sus productos son distribuidos en comedores infantiles de provincias como Corrientes, Misiones, Salta, Tierra del Fuego y algunos municipios de Buenos Aires.
La comercializadora de estos alimentos y del aceite de oliva extra virgen es la empresa Teknofood. Chediack controla el 94,4% de las acciones. Esta sociedad también es la encargada de vender y distribuir el aceite de oliva Oleovita.
Se comercializa en supermercados nacionales y también lo exportan a Europa, Asia y América del Norte. Dentro de los proyectos del Grupo Chediack se encuentra la intención de construir una bodega en la provincia de San Juan.
Actualmente, como fruto de sus 300 hectáreas implantadas con vid, producen alrededor de 20 millones de litros de vino por año, que lo comercializan a granel a bodegas de provincias cercanas. Ahora las miradas están puestas en tener marca propia de vino y producir más.
