China centrará este año sus esfuerzos para evitar un repunte de la inflación en los productos agrícolas, los cuales podrían continuar al alza debido a la tendencia de crecimiento registrada en el mercado internacional y a la subida de los costes de producción en el país.
El viceministro de agricultura, Gao Hongbin, indicó hoy en una conferencia de prensa que “el gobierno chino tratará de controlar las subidas de precios a través de la ampliación de la producción (agrícola), para garantizar un suministro estable”, según señaló la agencia oficial china Xinhua.
Los precios de los principales alimentos, entre ellos los cereales, la carne de cerdo y los aceites de consumo humano, subieron en gran medida a finales de 2007, elevando el IPC a su cota máxima de los últimos 11 años, con un 6,9 por ciento en noviembre, muy por encima del objetivo fijado por el gobierno central.
Gao subrayó que el incremento de precios está ligado al mercado internacional, donde se aprecia un progresivo encarecimiento del trigo, el maíz y la soja, de forma paralela a la subida del petróleo, que ha llegado a superar los 100 dólares USA por barril.
Entre los factores responsables de la tendencia, el viceministro también señaló la elevación de los costes de la mano de obra y la reducción del número de agricultores ligada al rápido proceso de urbanización que soporta China.
“Los residentes rurales que criaban cerdos se han ido a las ciudades, donde se han convertido en consumidores de carne de cerdo”, afirmó Gao.
China produjo más de 500 millones de toneladas de cereales en 2007, cuarto año consecutivo en el que logró elevar su producción, que, no obstante, continúa siendo inferior a la demanda.
Para afrontar esta carencia el gobierno ha introducido una serie de políticas de fomento de la producción agrícola, junto con ayudas a los residentes urbanos sin recursos que podrían verse especialmente afectados por la subida de precios.