China es hoy el cuarto destino de las exportaciones argentinas. En 2006 el complejo oleaginoso ocupó el año pasado el 70% de sus compras a nuestro país por un valor cercano a los u$s2.520 millones, sobre un total aproximado de entre u$s3.500 y u$s3.600 millones, de acuerdo con datos de la Cámara de la Producción, la Industria y el Comercio Argentino China.
La Argentina abastece el 30% de la demanda oleaginosa china (Brasil otro 30% y EE.UU. el 40%), pero además de la soja y sus derivados y el aceite de girasol, que ya tienen un lugar asegurado, el abanico de posibilidades para los agroalimentos argentinos en los próximos años va a ser cada vez más amplio.
Actualmente, sólo el 15% de los 1.300 millones de habitantes de este gigante del sudeste asiático está integrado al consumo, y este porcentaje va ir en incremento gracias al crecimiento sostenido que tiene su economía. “Todo hace suponer que los valores de importación van ser superados año a año”, indica Ernesto Fernández Taboada, director ejecutivo de la Cámara.
Por otra parte, la capacidad de respuesta china a su alta demanda está limitada porque sólo el 16% de sus tierras son cultivables y la producción agropecuaria que desarrollan 800 millones de campesinos incide un 15% en su PBI.
Hay empresas argentinas que ya han desembarcado en China. Arcor se está posicionando con la venta de chocolates, mientras que el semillero Don Atilio, de Santa Fe, firmó un acuerdo en 2006 con la firma Chegde Greal para el intercambio tecnológico en colza y girasol. Norton y San Huberto han invertido en bodegas en este país, con gran potencial para el consumo de vino, que hoy llega apenas a los 300 centímetros cúbicos por habitante por año.
La multinacional Atanor se asoció con Anhui Huaxing Chemical Industry Co. Ltda. para producir Pmida, el producto intermedio del glifosato, y 2,4-D, que comercializará en la Argentina. Otro negocio en danza es el de Unitec, que está trabajando para exportar unos 10.000 embriones congelados de alta genética a razón de entre u$s300 a u$s500 cada uno y crear un centro de transferencia en China, que tendría una capacidad de compra de unos 150.000 embriones.
Otro producto que tiene las puertas abiertas es el tabaco (China es el primer consumidor mundial) y se prevé que este año se exporte el primer lote. En algodón tienen un déficit de 4,60 Mt anuales, y en agosto vendrá una comitiva china a visitar hilanderías argentinas.
Otros productos que ya se están exportando son las lanas, cueros y pieles, así como los subproductos avícolas (garras, que luego de un proceso industrial son consumidas tipo snacks) y madera (se exporta Palo Santo desde Formosa y pino del Litoral).
También hay oportunidades para el suero de leche, cítricos (el mercado está abierto para naranjas y pomelos y se concretó un primer despacho en 2005), maíz (se prevé que en 2008 China importe 500.000 toneladas y mantenga esta demanda), arándanos y frutillas, entre otros.
Además de China, Corea y Japón, el horizonte es más amplio: hay países del sudeste como Tailandia, Malasia y Vietnam que están creciendo, y nuestra exportación a estos destinos se podría incrementar en 10 a 15% anual.
Alexia Giménez
