El noroeste de Chubut vive el peor incendio de los últimos 100 años: cinco aviones hidrantes, brigadistas y maquinaria vial trabajaron nuevamente ayer para detener el avance de las llamas, que ya arrasaron con 20.000 hectáreas de bosques nativos y amenaza con ingresar al Parque Nacional Los Alerces, separado por apenas 4,5 kilómetros del fuego, según publica La Nación.
Ayer, en el centro de operaciones la principal preocupación era “la intensidad y la orientación del viento que, si no nos vuelve a complicar, permitiría que el incendio quede circunscrito en las cabeceras norte y sur, que son las de mayor actividad”, explicó el director de Defensa Civil de Chubut, Evaristo Melo. El pronóstico indica que recién el lunes las precipitaciones aliviarían el intenso trabajo de brigadistas y pobladores.
El cambio en las condiciones meteorológicas permitió superar un fenómeno conocido como “inversión térmica”, que provocó que durante varios días el humo permaneciera encajonado en los valles impidiendo el trabajo de los aviones hidrantes.
El esfuerzo del helicóptero aportado por Neuquén y de los 20 civiles que colaboran con los brigadistas no logró frenar el avance del fuego y la luz de alerta llegó a Los Alerces. El intendente de ese parque nacional, Daniel Crosta, explicó que las especies que están siendo afectadas son ñires, lengas, coihués, cañas colihue y alerces. Además, están comprometidas lagartijas, roedores, aves, huemules y pudús, ciervos pequeños de los bosques andinos.
Los incendios están focalizados especialmente en el valle del lago Cholila, sobre sus márgenes sur y norte, en el cerro Cholila, y en los cañadones El Turco y Tucu Tucu. Las llamas también presentan focos en el arroyo Jara, el río El Turbio y el cerro Radal.
El jefe del Sistema deManejo del Fuego de la Secretaría de Ambiente, Jorge Barrionuevo, aseguró que la mejora en las condiciones meteorológicas permitió operar con los aviones hidrantes. No obstante, Barrionuevo dijo que el incendio llegó a avanzar “cerca de mil metros por hora”.
Según Melo, el incendio abarca una superficie de alrededor de “30 kilómetros de largo por 15 de ancho” y es el peor de la historia de Chubut, e “incluso de la Patagonia”.
