El 45% de la población argentina es rural, según la Organización para la Cooperación Económica y el Desarrollo (OCDE). Este organismo considera que este segmento involucra a personas que habitan en localidades con una densidad demográfica de 150 habitantes por kilómetro cuadrado o menos, o a una hora de viaje de una ciudad de 100.000 habitantes, al menos.
La calidad de vida e infraestructura de esas personas presenta diferencias notables según las regiones. Las zonas rurales marginales, con bajas densidades demográficas, se caracterizan por estar a una gran distancia de los principales mercados y por tener un pobre ambiente agroecológico.
En el libro se recuerda que respecto del complejo oleaginoso, uno de los sectores más competitivos de la Argentina, el trabajo advierte sobre el déficit en infraestructura en los puertos y en la hidrovía. Más del 80% de lo que se exporta en la Argentina sale por puertos, básicamente de Rosario, San Lorenzo y San Martín. Bastante menos por Bahía Blanca y Necochea, que son los de aguas profundas. En cinco años, los puertos del río estarían superados en lo que respecta a su capacidad de utilización, mientras los de mar se encontrarían al límite. En la hidrovía, la principal limitante es la falta de calado navegable para los buques de mayor porte.
“Un buque del tipo de un Panamax, que necesita 42 pies para salir cargado, cuando va a Rosario tiene que salir con un poco más de la mitad de su carga y debe completar en los puertos del sur o en Brasil”, dijo Zorraquín, de AACREA. Esto implica fuertes aumentos en los costos, ya que mover 30.000 toneladas en 25 km de distancia por hidrovía demanda 149 litros de combustible, 369 si se transporta por tren y casi 1.200 si se hace en camión.
“En definitiva, el concepto de cluster debiera servir como una aproximación conceptual de hacia dónde ir”, concluyó.
