La inmensa mayoría de los productores agrícolas que arrendaron campos registrarán quebrantos en la presente campaña 2008/09 en caso de que los precios actuales no registren subas sustanciales.
“Los precios de los commodities agrícolas cayeron en forma estrepitosa en los últimos meses y buena parte de los contratos de alquiler fueron establecidos cuando todavía regían valores altos”, dijo hoy a Infocampo Ernesto Ambrosetti, economista jefe del Instituto de Estudios Económicos de la Sociedad Rural Argentina.
La combinación de precios bajos de los granos (FOB) con una elevada carga fiscal, mercados intervenidos (o destruidos en el caso del trigo), altos costos de implantación y pérdidas productivas por la seca podría resultar fatal para muchos arrendatarios.
La implementación de la resolución 543/08 de la Oncca liquidó el mercado de forwards agrícolas, una herramienta vital de la que se valían (en épocas normales) muchos arrendatarios para calzar el costo del alquiler con la venta anticipada de la producción proyectada.
La cuestión es que más de la mitad del área agrícola nacional se produce bajo alquiler, con lo cual, en caso de no haber algún cambio de escenario de aquí a abril (cuando comience a ingresar la cosecha de granos gruesos), la destrución de riqueza en las regiones productivas argentinas será feroz.
“Los servicios de fletes y acopios tendrán menos toneladas para transportar y guardar, las industrias menos para procesar y así sucesivamente; el resultado no es otro que una menor actividad económica, fuertes quebrantos para las empresas y aumento de la desocupacion”, graficó Ambrosetti.
Unas semanas atrás, un informe de la entidad técnica Aacrea advirtió que todos los productores de trigo 2008/09 tendrán fuertes pérdidas. Pero ahora esta realidad ya no es exclusiva de los empresarios trigueros.
Sebastián Gavaldá, especialista en comercialización de granos del área de Investigación & Desarrollo de CREA, manifestó hoy que “los productores de soja en campo alquilado registrarán pérdidas si las retenciones no bajan al menos en 20 puntos” (es decir si pasan del actual 35% al 15%). Lo mismo corre para el girasol.
“En el caso del maíz y trigo, lo más importante no son las retenciones, sino las trabas a las exportaciones que impone la Oncca y que licúan los precios FOB locales de ambos productos”, señaló Gavaldá, para luego mencionar que “liberando los envíos al exterior se podría ganar mucho más en precio que disminuyendo la alícuota”.
