Por su valor, las máquinas autopropulsadas, como los tractores, pulverizadoras y cosechadoras, son blancos muy atrayentes porque pueden llevarse por sus propios medios.
A pesar de que existe un registro obligatorio o “patente”, se sigue comercializando gran cantidad sin dicha documentación sobre todo cuando se trata de operaciones donde no hay crédito ni prenda sobre el bien. El destino de las máquinas robadas es variado: puede ser empleada tal cual en otro campo o terminar en un desarmadero.
Los perjuicios en el caso de la actividad agropecuaria son particularmente graves dado que una siembra no realizada o el atraso en la cosecha puede significar la pérdida en valor de la producción mucho mayor que la máquina sustraída.
Por estos motivos cobra importancia en primer término tener registradas toda las máquinas susceptibles de robo, contar con pólizas de seguros que contemplen esta pérdida, y asegurarse de incluir todos los números de identificación de la maquinaria y de sus partes individuales.
Recomendaciones. Para el caso de maquinaria de alto valor que también circula por ruta es recomendable dotarlas de sistemas de rastreo satelital que permite rápidamente conocer su paradero. Estos sistemas modernos son altamente efectivos y usualmente empleados por camiones que transportan mercadería. Una ventaja adicional es que determinadas compañías ofrecen descuentos en las pólizas de seguro al poseer instalados estos equipos.
Es importante contar con un buen registro de todos los datos de referencia de las máquinas. La mayoría de los equipos de alto valor tienen un número de serie o de identificación. Si ya tiene una lista con esa identificación asegúrese de mantenerla actualizada a medida que incorpora nuevos equipos a su parque de maquinaria.
Los equipos poseen partes que pueden ser removidas fácilmente como las plataformas de las cosechadoras. En este caso es necesario registrar también el número de identificación de los componentes individuales de los principales sistemas de la maquinaria, como el motor, los ejes y las bombas hidráulicas.
Hay que considerar, como medida adicional, el estampar de forma indeleble su propio número o marca identificadora en todos los equipos, incluyendo los que no posean un número de serie o esté puesto en placas fácilmente removibles. La identificación debe ser realizada en lo posible en partes estructurales de la máquina que no puedan ser removidas y en partes que no estén a la vista.
Siempre que sea posible haga constar ese número en la factura de compra, ya sea usada o nueva. Aunque los números se pueden limar o cambiar existen técnicas que en algunos casos permiten restituirlas o en su defecto generalmente se observará para la policía que los números han sido modificados.
Hormiga. Además del robo de máquinas completas, el de partes y componentes fáciles de sustraer -como el de baterías y bombas inyectoras- está en aumento. Este tipo de vandalismo también causa graves pérdidas de tiempo hasta que se restituye la pieza faltante.
Es conveniente como documentación probatoria adicional contar con fotografías de diversos ángulos que muestren la fecha en la que fueron tomadas e incluir toda otra documentación que demuestre la propiedad de los equipos. Si deja la máquina en el campo, evite que se vea desde la ruta y si fuera autopropulsada retire una o dos piezas de manera de impedir su puesta en marcha.
Jorge Hilbert
Especial para Infocampo
